El Universal
Localizado sobre el músculo pectoral mayor, entre la segunda y sexta o séptima costilla, el busto es una de las zonas más admiradas del cuerpo femenino.
Firme, turgente, de buen tamaño y con piel suave son los requisitos básicos para considerarlo perfecto.
En las civilizaciones antiguas se le asociaba con la fertilidad pues, en las mujeres, su función biológica consiste en alimentar a los recién nacidos.
Hoy en día, no sólo son valorados por esta función sino que se les asocia con la feminidad y la sexualidad.
Fue en la década de los 50 cuando los senos grandes comenzaron a ser más valorados; divas como Brigitte Bardot y Sophia Loren volvieron loco al mundo.
Aunque en la década siguiente se apostó por la delgadez extrema, incluyendo el gusto por los pechos pequeños, poco después se retomó el culto a un busto bello.
MANTENLO EN SU LUGAR
Si bien para muchos hombres un busto grande es más atractivo que uno pequeño. La belleza de esta zona depende más de los cuidados que de su tamaño.
La fuerza de gravedad es uno de sus principales enemigos, provocando estrías, pues los senos no tienen músculos por sí mismos, sino que están compuestos de grasa, tejido mamario glandular, piel y el músculo pectoral en el que se apoyan.
Además, es una de las áreas que más padece los cambios de peso, tanto por malos hábitos como por el embarazo y desde luego, sufre por la lactancia, etapa en la que se pueden aumentar hasta tres tallas para después perderlas muy rápidamente.
Una mujer puede tener un pecho precioso por constitución, pero si no se preocupa por su aspecto, éste puede volverse flácido y perder su grata apariencia natural.
Para evitarlo, se deben fortalecer los músculos de la parte superior del torso y los brazos, que son los que ayudan a mantener firme su base. Un ejercicio muy sencillo y efectivo es colocar las palmas de las manos frente a frente a la altura del pecho y empujarlas con fuerza varios segundos. Repite varias veces.
PIEL INMACULADA
La piel del busto es delicada y si no quieres estar llena de manchas y pecas, antes de asolearte o simplemente si vas a usar alguna prenda con escote generoso, debes aplicar filtro solar.
Además, debes limpiarla con cuidado, no tallarla y menos aún en el área cercana a los pezones, porque podrías irritarlos.
Enseguida, aplica cremas nutritivas, humectantes y reafirmantes. Extiéndelas con un masaje de extrema suavidad.
