Actualmente el artista lagunero se encuentra pintando dos murales, de 14 metros cuadrados cada uno, en el Museo del Algodón próximo a inaugurarse.
Gerardo Beuchot heredero de la tradición mexicana del mural habla sobre su trabajo.
Es muy común que en los salones del arte de la Comarca Lagunera, los medios de comunicación, las exposiciones pictóricas, y todos aquellos espacios donde la plástica toma vida, y es entregada a los espectadores como una comunión del humanismo y la identidad cultural de la región. El nombre de Gerardo Beuchot Puentes, resuene en ecos de un público que lo considera si no el mejor pintor contemporáneo de La Laguna, uno de los tres máximos exponentes que esta disciplina tiene en la desértica región.
Heredero de la tradición mexicana del mural y constructor de una memoria histórica regional a través del pincel, Beuchot ha dejado su huella plasmada en una impresionante obra muralista que puede contemplarse en la escuela Carlos Pereyra. En el templo del Padre Miguel A. Pro, donde se encuentra un mural de 225 metros cuadrados, titulado “Vida y Martirio del Padre Pro y la Evangelización en el Norte de México”, donde mezcla parte de una tradición católica y el nacimiento de un pueblo, desde una perspectiva muy propia de los habitantes del norte.
De la misma manera fue comisionado para realizar un mural en el Edificio Municipal Centro Histórico de Torreón, con motivo del centenario de la ciudad, donde en 35 metros cuadrados ofrece a través de líneas y figuras que se trasponen al paisaje desértico, una visión de la centenaria ciudad. En el Centro de Iniciación Artística de Pilar Rioja, pintó “Comarca Lagunera, Orígenes y Dinámica”, un mural de 27 metros cuadrados, composición que habla del origen de La Laguna y los ejes mediante los que la región mueve su dinamismo. Y un mural en la Academia Villa de Matel de 25 metros cuadrados.
¿Desde qué trinchera trabaja Beuchot el arte en La Laguna?
Antes que artista me considero padre de familia, algo importantísimo, porque antes que nada tengo que satisfacer las necesidades de mi familia, no me puedo poner la capa de súper héroe. Eso hasta cierto punto me restringe de ser totalmente libre, así que por lo regular mi trinchera no es muy arriesgada, es hasta cierto punto sutil, preocupado por el cliente, aunque a veces le propongo a la gente conceptos nuevos y diálogos nuevos en la pintura y los aceptan.
Aunque la verdad hay que hacer un gran trabajo de convencimiento con la pintura, porque hay personas que a veces tienen un panorama muy reducido de lo que puede llegar a ser una obra de arte libre. Teniendo en cuenta que el arte también es un oficio y eso lo dice la historia, en mi caso particular, yo vivo de mi oficio.
¿Qué es lo que más pintas para vivir?
Yo hago mucho retrato es la manera como tengo el sustento más seguro, claro doy clases eso es lo más seguro tal vez, pero el retrato es muy recurrente en mi trabajo. Una cosa curiosa, los tres cuadros más importantes en la historia del arte, dos que se subastaron carísimos, y uno el que todo el mundo conoce que es la Mona Lisa, son retratos por encargo, el otro es el retrato del doctor Gachet, fue subastado en los 90’s por 82.5 millones de dólares, y este último que hizo Klimt que fue vendido en 107 millones de euros.
No ando tan fuera de la realidad, (jajaja risas) claro que son encargos, pero seguramente de acuerdo a lo que el pintor ya había hecho antes.
¿De acuerdo a tu perfección en el dibujo y la figura, en qué corriente plástica te ubicas?
Tengo esa consigna, por llamarlo así, que los elementos que yo estoy distribuyendo a lo largo y lo ancho del cuadro sean más o menos apegados a la realidad que si haya una resolución que acerque a la realidad. No soy tampoco preciosista, ni llego a eso que le llaman el hiperrealismo, pero sí me gusta mezclar lo que llamo metáfora visual, con los símbolos, que estén muy poéticos y también cercanos a la realidad. Y utilizo mucho la fotografía como dato que sustituye lo que antes era el dibujo natural. La metáfora y el símbolo son lo más importante.
¿Has realizado una obra en la que se marca mucho el desnudo femenino, es la mujer una metáfora o símbolo de eternidad?
La verdad para mí el desnudo femenino es todo, es lo máximo, el culmen de mi obra, no creo que haya otra cosa más relevante que un desnudo femenino, también he trabajado desnudos masculinos pero me encanta desde joven la figura humana y es ahora lo que yo considero clave en mi obra. Para mí la mujer es mística, es el ser que nos va a salvar, creo en las escrituras y el testimonio de San Juan en el Apocalipsis, cuando dice que una mujer va a venir arriba de una bestia a salvar el mundo de la destrucción, yo creo que no anda tan errado.
¿Cómo ha sido desprenderse del proceso de creación íntimo, para pasar al gran formato,
el mural?
Pintar un mural es como meterse en camisa de once varas, porque es un trabajo público, y estás expuesto a que llegue todo tipo de gente, de diferentes escalas, sociales, culturales, económicas, etcétera, y te digan que por qué pusiste a Porfirio Díaz y por qué no a Pancho Villa, por qué este elemento y no este otro. Estás sujeto a muchas críticas.
Bueno yo de entrada voy con una bandera de ¡que me vale¡ lo que me digan y tengo que enfrentarme a esos retos, porque sé que cuando menos voy a salir librado en el aspecto técnico, porque considero y muchos también, que si la tengo librada en cuanto a la cuestión técnica, de que puedo hacer una persona grande con las proporciones y cánones establecidos, lo demás es que el tema y la composición vaya de acuerdo, entre gustos se rompen géneros.
¿Pero hay todo un proceso de investigación detrás del mural?
Sí claro, primero se define el tema, un subtítulo, como el mural del CINART, que es totalmente histórico, para el que fui con el doctor Sergio Corona Páez, que me asesoró y me abrió muchos panoramas de la historia que yo desconocía, y me ilustro para realizar la composición, porque lo más importantes es lo histórico, como cuando haces una novela o película, yo soy el director, pero los personajes me los dicta el historiador y un tanto el productor, que en este caso fue don Ramón Iriarte, que me dio total libertad para hacer el mural.
¿Qué piensas del arte conceptual tan en boga con algunos pintores de la región?
Pueda ser que no sea un moda, porque estamos artos de la moda, en un buen sentido lo conceptual suena muy bien, pero como en todo debe haber un proceso y una evolución, que se haga la tarea, es un camino de trabajo, hay algunos artistas de pacotilla que creen que es vestir diferente y criticar a todo el mundo, eso no es, hay que ponerse a chambear, tiene que haber un sentido, en todas las disciplinas.
¿Cómo ve Gerardo Beuchot las instituciones culturales de la región?
Qué lástima que aquí ganen más los que están de burócratas en las instancias culturales, que los mismos artistas, hay excepciones como en el CINART, que hace un excelente trabajo, pero me atrevo a decir que al resto le hace falta mucho trabajo, la verdad sí lo veo mal. Hasta los empresarios cuando se ponen la camiseta de mecenas y se mezclan con las instituciones culturales cometen una regazón.
Para destacar
Originario de Torreón, Beuchot es arquitecto de profesión. Estudió dibujo con los maestros españoles: Enrique Pinín y Ricardo Salvador de Dios, y con el maestro mexicano Óscar Bächtold. Ha presentado seis exposiciones individuales en las ciudades de Torreón y Saltillo, y participado en innumerables exhibiciones colectivas en varias ciudades de México y el extranjero. Fue elegido para representar a los pintores más distinguidos del Estado de Coahuila, en una muestra itinerante en varias ciudades de México en el año 2001.
Un mural más para la región
Actualmente Gerardo Beuchot se encuentra pintando dos murales, de 14 metros cuadrados cada uno, para el Museo del Algodón próximo a inaugurarse. El primero titulado “El Almuerzo de los Campesinos”, es una foto que mandó a tomar Lázaro Cárdenas para celebrar el reparto agrario, y muestra a unos campesinos que comen a muy tempranas horas de la mañana como era tradicional en la región. Esta versión de la emblemática fotografía pintada por el creador lagunero podrá ser observada por el público en la entrada principal del recinto.
El segundo mural “La Hacienda del Torreón y el Algodón”, es una imagen que representa la antigua Hacienda del Torreón, cuenta con una descripción gráfica de los pizcadores y tiene como escenario el río Nazas. La entrega de la primera obra de arte está programada para el 12 de septiembre, aunque según comenta el artista posiblemente entregará las dos en la misma fecha, a pesar de lo difícil que ha sido trabajar en medio de la construcción del edificio.