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Un futuro azaroso

Satiricosas

Manú Dornbierer

“Un pesimista es un optimista bien informado”. Winston Churchill.

El primero de enero de 2008 se inició la invasión de las trasnacionales de la enorme industria alimentaria gringa sobre México. ¡En primera fila los poderosos agricultores subsidiados! Se acabaron los aranceles. Tienen el campo abierto y el campo mexicano hecho pinole. Se inicia legalmente, si un pacto firmado por Carlos Salinas y el padre Bush puede considerarse realmente legal. El remate de México se inicia, pero la venta no empieza ahora. Está muy avanzada, casi concretada sin remedio. Hace mucho que se desató la invasión alimentaria. Si no cómo se explicaría que México importe ya el 50% de los alimentos que consume.

La Confederación Nacional Campesina (CNC) y la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) asegura que “En el Gobierno del presidente Vicente Fox se gastaron casi 60 mil millones de dólares en importación de alimentos, lo que deja como ‘herencia’ una dependencia alimentaria superior a 50 por ciento de la producción nacional, principalmente en granos. El campo es una ‘zona de desastre’ que requiere ser “rescatado”.

Pero por supuesto, la eliminación total de los aranceles que prevé el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es sólo la puntilla al campo mexicano. El propio Departamento de Agricultura de Estados Unidos ha informado que en los próximos tres años las importaciones de maíz se incrementarán 40 por ciento, al pasar de 7.3 millones a 10.2 millones de toneladas. Y la CNC, Confederación Nacional Campesina, que evaluó al iniciarse el TLC la dependencia alimentaria de México en un 19%, afirma que en las 2 últimas administraciones la cifra aumentó hasta un 150%. El dirigente Heladio Ramírez López opina que “No es posible que casi la mitad de las divisas que entran por la venta de petróleo tenga que salir por la compra de granos básicos, carne y leche, entre otros, que pueden producirse en el país” y nos ilustra con estos indignantes datos: “En los primeros cinco años del Gobierno foxista, México gastó 9 mil 500 millones de dólares en la importación de cereales, 10 mil 600 millones en carnes y despojos animales, 8 mil 400 millones más en granos y 3 mil 100 millones de dólares en grasas animales y vegetales”.

Pero aún hay más: Las importaciones de frijol aumentaron hasta 60 millones de dólares, las de trigo a 400 millones y las de arroz a 125 millones de dólares. Esta situación y los bajos precios internos de los productos agrícolas agravan la rentabilidad del campo mexicano. Y naturalmente el Gobierno de Fox nunca cumplió la menor promesa de preparar al campo mexicano para la competencia de 2008 con los productores agrícolas gringos no sólo tecnificados sino hasta subsidiados por su Gobierno. Y todavía hay cretinos que reprochan a nuestros campesinos su falta de previsión y de arrojo. Y otros aún más imbéciles que aseguran que no pasa nada. Los gobiernos neoliberales nos han traicionado a todos los mexicanos, pero los más dañados han sido los agricultores.

¿Y LOS TRANSGÉNICOS QUÉ?

Para empezar ¿qué son los transgénicos? Esta es una buena definición de Greenpeace aunque científicos mexicanos vendidos la consideren primaria: “Los transgénicos son seres vivos modificados en el laboratorio para agregarles genes con características nuevas, que jamás podrían adquirir de manera natural. Esta tecnología consiste en sacar un gen de una especie para introducirlo en otra, por ejemplo: le meten genes de bacterias al maíz, de peces a verduras o incluso de humanos al arroz y este cambio no se puede ver a simple vista. Tampoco ha transcurrido un tiempo suficiente para garantizar que estos organismos nuevos no resultan dañinos para la salud y el medio ambiente”.

El principal productor de transgénicos que es USA, se niega en todo caso a firmar cualquier convenio mundial sobre el medio ambiente. Son comunes las noticias como la siguiente:

Kuala Lumpur, Malasia- 23/02/04. En el día de hoy dieron inicio en Kuala Lumpur, Malasia, las negociaciones de Naciones Unidas sobre Organismos Genéticamente Modificados (Transgénicos) en el marco del Protocolo de Bioseguridad. Amigos de la Tierra Internacional exhorta a todas las Partes que han ratificado este Tratado de Naciones Unidas a adoptar reglas estrictas tendientes a proteger a los ciudadanos del mundo y al ambiente de los riesgos asociados a los cultivos y alimentos transgénicos. El principal obstáculo es el Gobierno de Estados Unidos y sus aliados pro transgénicos: Argentina, Canadá y otros miembros del Grupo de Miami*. Estos países promueven normas débiles que atentan contra el derecho de los consumidores a saber qué están comiendo y no permiten proteger a los ciudadanos y al ambiente.

“Los transgénicos perjudican a la agricultura ecológica y pueden dejar tocada de muerte la agricultura tradicional”, se alertaba en 2003 cuando 6 países absorbían el 99% de estos cultivos: Estados Unidos (63%), Argentina (21%), Canadá (6%), Brasil (4%), China (4%) y Sudáfrica (1%).

En 2004 ya aparece nuestro país en la lista y además se informa, que México, una de las Partes del Protocolo de Bioseguridad, ya ha firmado un acuerdo con EU y Canadá que impedirá que los ciudadanos mexicanos sepan si los alimentos que consumen contienen transgénicos o no: “De los 21 países con cultivos transgénicos, 11 son países en desarrollo y 10 países industrializados. Por orden de hectáreas, estos países son EU, Argentina, Brasil, Canadá, China, Paraguay, India, Sudáfrica, Uruguay, Australia, México, Rumania, Filipinas, España, Colombia, Irán, Honduras, Portugal, Alemania y República Checa. Los 14 primeros están considerados como “mega-productores”, categoría a la que llegan los que llegan o superan las 50 mil hectáreas cultivadas, según indica Clive James, presidente y fundador del ISAAA (Servicio Internacional para las Adquisiciones de Aplicaciones Agro-Biotecnológicas).

Y en 2007 ya los propios gringos se oponen a los transgénicos en su país: “El Tema de los Transgénicos es una honda preocupación en EU, país que lidera en enfermedades degenerativas. Existen 2 cadenas de supermercados que han hecho la promesa a sus consumidores de no ofrecer productos transgénicos: Whole Foods y Trader Joe’s, éstos normalmente están localizados en barrios exclusivos. Existen varias organizaciones en defensa del consumidor en contra de los transgénicos. Otra prueba más es la reciente ley de alimentos orgánicos que garantiza la ausencia de transgénicos. El riesgo de que nuestros alimentos terminen en manos de unos cuantos, parece que constituye la raíz del problema. Es justo pensar que Europa está anteponiendo la salud de sus tierras y de sus habitantes a sus ambiciones capitalistas”. (Nótese que los gringos ricos son los que exigen a sus supermercados, mediante el arma que es el consumo, que los protejan de los transgénicos).

Así pues no es descabellado pensar que las compañías que producen y comercializan transgénicos, como la maldita Monsanto, están encantadas con la apertura total de México en 2008 y naturalmente con el Gobierno neoliberal panista que las libró del gran peligro que para ellas sí representaba López Obrador. Ya Fox les permitió lo que quisieron (otro dato para Comisión que investiga al ex) y ahora Calderón dirá que no hay de otra “Es la ley”. Acordémonos por lo pronto (y también) de la mamá de Salinas, hoy gurú del presidente espurio como lo fue de Chente. Salinas “por el bien de México” cumplió con la orden imperial de entregar el campo totalmente a término fijo, entre tantas otras cosas, con el TLC.

Supuestamente, los transgénicos se inventaron para terminar con el hambre del mundo. Pero los famélicos africanos no lo saben aún.

En cambio pregunten a compañías como la Monsanto en cuánto han aumentado sus ganancias.

Para los científicos mexicanos que defienden a los transgénicos encontré una frase que les queda muy bien: “Es dificil hacer que alguien entienda algo, cuando su salario depende de no entender”. Upton Sinclair, en su novela “La Jungla” 1906. Un autor que hay que releer.

En fin… como si fuera una optimista desinformada, deseo a todos los mexicanos que por alguna magia divina, 2008 sea un feliz y próspero Año Nuevo. www.manudornbierer.com

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