Sin pretender en modo alguno compararse con Harrison Ford, Emilio Azcárraga Jean actuó la semana pasada como Un hombre cualquiera, título de la cinta que sobre aventuras arqueológicas protagoniza el antiguo Indiana Jones. Establezco e paralelo únicamente porque el presidente de Televisa dedicó tres sesiones de su agenda a comportarse como una persona común y corriente (aunque por supuesto la gente en esa condición no es capaz de ofrecer donaciones filantrópicas del monto de que lo hizo el heredero de El Tigre).
Su rasgo más campechano fue mostrado el jueves, cuando en el estadio Azteca vio triunfar al América. Caminó sobre la gravilla, y saludó a los aficionados de su equipo, alentados después por la victoria de los cremas sobre el Flamengo. Como esta vez se impuso también a un equipo brasileño, el Santos, la propaganda de Televisa podrá motejar al América como infalible verdugo de las poderosas formaciones del país de Pelé.
La presencia escénica del dueño de Televisa y del América había comenzado tres días antes de esa manifestación pública. Con un notable elenco político, el lunes se había lanzado la campaña Elige estar bien contigo, con cuatro miembros del Gabinete: la secretaria de Educación Josefina Vázquez Mota, el de Salud, José Ángel Córdova, el de Medio Ambiente, Rafael Elvira, y el director del Seguro social, Juan Molinar Horcasitas. Asistieron también la presidenta del Sindicato Magisterial (que ya mostraba los anteojos que le dan aspecto profesoral, y con los que figuró en los festejos del jueves 15) y el gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto.
La campaña publicitaria abarcará temas de tecnología, ecología, deporte y salud. En su discurso, Azcárraga Jean informó que se pondrá el acento en las consecuencias de la obesidad y el sobrepeso, por lo que entrará en contradicción con campañas de los gigantes de la industria refresquera, que fueron sus mejores clientes. Pepsi empuja la promoción titulada Vive saludable. Mientras que la de Coca Cola se llama Movimiento bienestar. Más que expresiones filantrópicas, ambas son parte de la guerra de las colas, el afán de las grandes firmas por imponerse en el mercado y excluir al competidor.
En los años más recientes las ventas de Coca Cola han crecido en sesenta por ciento. En amplia medida, ese resultado deriva de la presencia de las colas en las escuelas, privilegio de esas firmas pagado por su presunta acción filantrópica.
La organización civil El poder del consumidor expresa sus preocupaciones sobre el canje que significa promover el consumo de refrescos, en general y en particular en las comunidades escolares, y la alianza de Azcárraga y el equipo de Calderón ocupado en salud, educación y medio ambiente. Promover consumos sanos en la pantalla televisiva, (a través de Elige estar bien contigo) al mismo tiempo que no se afloja la mercadotecnia de la bebida chatarra se asemeja a las promociones contra el consumo de tabaco insertas en las cajetillas de cigarros.
México ocupa el primer lugar en obesidad en niños, y el segundo en adultos, por lo que debe desalentarse el consumo de azúcar, especialmente en bebidas edulcoradas En vez de combatir esa inclinación socialmente peligrosa con campañas de abstinencia Televisa, la SEP y las refresqueras alientan su consumo.
El jueves siguiente Azcárraga volvió a las candilejas al participar –si bien no en el plano principal con que lo hizo el lunes—, en la presentación del concierto Alas, que se transmitió el sábado pasado a todo el continente. Los intérpretes más conocidos de música popular participaron en esa iniciativa, que congrega los afanes de gente del espectáculo con los de hombres de negocios que apoyan la Fundación Alas como Carlos Slim, presidente del grupo Carso, que alterno amistosamente con Howard Buffet, heredero de la fortuna de su padre Warren, a quien el concesionario de Telmex desplazó de los lugares principales en la lista de los hombres más ricos del mundo.
El elenco artístico que dio sustento a la iniciativa es imposible de reunir en otro momento con fines comerciales. Sobresalieron en esa nómina Shakira, apoyada por Gabriel García Márquez, su más ilustre paisano. Miguel Bosé es el presidente de la fundación Alas (una afortunada denominación, que alude a la capacidad de emprender el vuelo y es la sigla de América latina en acción de solidaridad).
Como empresario sumado a esa causa, y no como promotor de ella, el presidente de Televisa expresó su credo:
“Es muy curioso ver que ante tantos avances tecnológicos existan tantas carencias hoy en día, como es la que experimenta la comunidad infantil. Por eso, consciente de mi compromiso como empresario me he unido a esta causa, pensando que entre más medios lo hagamos, más será el impacto que el mensaje de esta fundación en la sociedad”.
La campaña de recolección de fondos que se proponía el concierto de anteayer dio frutos horas antes de su celebración. Shakira anunció que las primeras aportaciones importan cerca de 200 millones de dólares: ciento diez de parte de Slim y 85 provenientes de la cuenta de Buffet. La suma inicial y las que se recaudaron durante el fin de semana no serán operadas directamente por los donantes ni por la Fundación Alas, sino que apoyarán iniciativa de promotores sociales dedicados a paliar la pobreza de la niñez indígena.
Bosé recordó que más de la mitad de los niños indígenas en la región (32 de un total de 54) vive en pobreza extrema. A ellos principalmente se dirigirá el auxilio.
