Vimos el partido de la noche del viernes, entre el Racing de Avellaneda y el San Lorenzo de Almagro, ganado por los primeros, dirigidos ahora por el “lagunero” Miguel Ángel Micó, quien devuelve así la confianza que le dispensaron sus directivos.
Fue un partido cerrado, en el que San Lorenzo dominaba, con un Aureliano Torres en plan grande, haciendo ver mal a los defensores de la Academia, entre ellos Diego Menghi, pero sería éste el que anotaría el único gol del encuentro.
Y llamaremos en adelante a Miguel Ángel Micó el “Lagunero”, porque se ganó ese sobrenombre, no sólo por haber militado en forma destacada con aquel Laguna conocido como la Ola Verde, sino también por lo que hizo aquí a su retiro.
Entre otras cosas fue dejando enseñanzas valiosas por los campos llaneros, hasta que entró a la organización del Tec de Monterrey, Campus Laguna, donde en compañía del “Flaco” Sánchez, ya desaparecido, formó una escuela futbolística de proyección.
Se buscaba no sólo formar buenos futbolistas, sino muy especialmente mejores ciudadanos. Tan fructífera fue la participación de Micó en los campos laguneros, que hoy día, cada vez que viene recibe hospedaje en los hogares de muchos comarcanos.
Y prueba del arraigo de la familia Micó en estas tierras, es que un hijo de Miguel Ángel y de Nora, llamado Mariano, se ha quedado a vivir entre nosotros, estableciendo negocios dedicados a la tan sabrosa comida argentina. Felicidades pues tocayo.