Mejoró el accionar de la Selección Mexicana ante la de Estados Unidos pero sigue sin poder ganarle, y esto es cosa ya de amor propio, pues no se encuentra la fórmula para anotar goles y los que se hicieron los realizó un defensa de las Chivas.
Y en cambio fue agradable ver el desempeño de Fernando Arce, la nueva adquisición de Santos, moviéndose por los lugares que domina, como quisiéramos verlo en el equipo de la Comarca, donde sigue debiendo, y no tanto por culpa de él.
Le pone ganas en cada entrenamiento y partido, pero habrá que colocarlo donde puede desempeñarse a sus anchas. Es cierto, algunos jugadores son polivalentes, andan por toda la cancha con la misma soltura, pero otros no.
Y de Guadalajara nos llegó la noticia de que la recuperación de José Antonio Olvera va bien, después de la nueva operación a que fue sometido para corregir un problema en uno de sus pies. Bien harían en darle una barrida para que salga de tantos infortunios.
No hay presión para Santos por parte de su afición. Ésta ha esperado con paciencia a que el equipo de sus amores retome aquellos tiempos de gloria, algo que mostró con generosidad en la campaña anterior y que no alcanza a lograr en esta.
Las buenas razones deben darse en la cancha, con mejores resultados, y ahí está la gran oportunidad ante Pachuca, un equipo exigente que cuenta ya con su arquero Miguel Calero, así como una media muy dada a apoyar a la ofensiva.
