Tarde cálida, alegre, inolvidable. Triunfo contundente de 3-0 de Santos sobre Atlante, actual campeón, homenaje a los representantes del Laguna y Torreón, que trajeron el futbol de Primera División, y a Raúl Allegre, nuestra gloria en futbol americano.
Con unos Guerreros jugando al fin por nota, con orden, disposición y entrega. Con un público entusiasta, haciendo la ola y cantando y gritando los goles. Y por fin anotando Christian Benítez y Fernando Arce, éste para abrir su cuenta personal aquí.
Enfrente un equipo desesperado, con un técnico molesto y luego resignado. Y a los 4.52 Daniel Ludueña tomando una pelota por izquierda, burlando rivales y mandando un balazo que rozó el travesaño y se fue adentro para enfilar hacia el triunfo.
Y a los 22 minutos, Christian Benítez, a quien ya no se le doblaron las piernas, metió el segundo para irse al descanso todavía dominando. Se esperaba la reacción de los Potros pero éstos andaban más preocupados por tirar patadas que por anotar.
Así, a los 28, del segundo tiempo, Fernando Arce encontró frente a Federico Vilar un balón y lo mandó adentro ante la locura general. Santos se fue así al liderato del Grupo Dos empatando ahí al Monterrey, pero mejor colocado por sus goles.
Emotivos los aplausos para don Alonso Gómez Uranga, recordado antes del partido, y seguramente la directiva y los jugadores deben haberle dedicado su victoria y su reacción a ese hombre que tantos años estuvo en un lugar importante en los escenarios deportivos.
