Fue en la fecha siete del Apertura 2007 cuando el América se desfondó 4-0, precisamente en el Corona enfrentando al Santos. Dos goles de Daniel Ludueña, otro del “Lorito” Jiménez y uno más de Matías Vuoso se convirtieron en cuatro clavos de ataúd.
Dirigía en ese entonces a las Águilas Luis Fernando Tena, quien se fue preocupado de Torreón. Todavía estuvo ante Tigres en empate a uno, frente a San Luis fue derrotado 2-1, igualó a dos con Cruz Azul y Tena fue despedido cuando Toluca ganó 3-1.
A la semana siguiente apareció en el banquillo de los cremas el argentino-ruso Daniel Brailovsky, que parecía enderezar el barco pero nunca lo pudo lograr. América entró al repechaje pero fue eliminado por el Monarcas, así que los fracasos continuaban.
Brailovsky ya no fue sostenido y ayer Rubén Omar Romano se hizo cargo del América para ver qué puede lograr ante la U. Católica de Chile, pero sobre todo prepararse para su gran compromiso del domingo ante Santos Laguna, que ya mostró mejor cara.
Todo lo anterior no preocupa a los Guerreros, que siguen alegres entrenando en Santa Rita. Para ellos será motivante ir al Azteca con sus mejores hombres, a excepción de Édgar Castillo, que se fue con la Selección Juvenil a buscar el boleto a Beijing.
Ahí por la banda izquierda estará Osmar Mares, quien también ha desempeñado en la Selección Juvenil funciones de volante, como las hace el “Homie” Castillo, sólo falta que el suplente ponga en práctica todo lo que aprendió jugando en Carlos Real, Durango.
