Hace muchos años, cuando empezamos a escribir en estas páginas, uno de nuestros maestros, don Alfonso Esparza Hernández, nos mostró una panorámica del deporte en nuestro país. Nuestra delegación acaba de regresar derrotada de una olimpiada.
Don Alfonso nos dijo: “Esta es la historia de siempre, y esto terminará hasta que a nuestros deportistas, quienes nos representarán en las justas grandes, se les empiece a preparar desde la infancia y no al cuarto para las doce y ya muy grandes”.
Pasó el tiempo, y como el futbol tenía poco arraigo y difusión en nuestra Comarca, en los años en que iniciamos nuestro quehacer periodístico dedicamos más tiempo al impulso de esta rama y fuimos conociendo mucha gente del medio.
Y en esta rama, como en otras muchas, siempre existió un débil interés por atender a las jóvenes generaciones, hasta que recientemente la Federación Mexicana de Futbol puso como obligatorio darle oportunidad a los menores de 22 años en equipos de Primera.
Se tuvo la gran satisfacción de tener ya unos campeones mundiales de 17 años, y hoy muchos jóvenes reciben oportunidades que antes no tenían. Por ello no debemos desesperarnos con lo que está haciendo nuestra Selección Sub-23.
Juega bien pero le faltan goleadores, delanteros que concreten, y es que, como lo dijimos ya en otra ocasión aquí, a los que destacan en los clubes no les dan muchas oportunidades, y mencionábamos algunos casos del Santos Laguna para no ir más lejos.