En martes de canasta, en uno de nuestros supermercados platicamos ayer con Elías “Chuleta” Aguilar, que fuera figura importante de aquellos Diablos Blancos del Torreón, y de entrada nos dice: “En mis tiempos no existían las ahora famosas contracturas musculares”.
Y agrega: “éstas aparecieron con la llegada de jugadores argentinos a nuestro equipo. Cada principio de semana ninguno de los pamperos que teníamos se presentaba a entrenar, aduciendo contracturas, un término y un problema que no se usaba y que no padecíamos”.
Y ya emocionado con el tema, añadió: “nos entrenaba Paulino Sánchez, a quien seguramente por su disciplina le decían el ‘Cuico’ y él se quejó un día con don Juan Abusaíd Ríos de la forma en que se abusaba de las famosas contracturas.
“Así que un día don Juan nos citó a todos los jugadores y nos dijo: ‘de aquí en adelante el que se diga enfermo será internado en el hospital militar y no saldrá de ahí hasta que le hagan una total evaluación’, así se acabaron las contracturas”, finalizó.
Horas después vino a esta casa Jaime Chávez, titular del deporte en Torreón y quien fuera jugador del Laguna y nos dijo: “En nuestro tiempo no existían las contracturas y yo nunca las padecía, por eso me extraña que éstas ahora se multipliquen”.
Y es que estos son otros tiempos, hay quizá más exigencias y más recursos de uno y de otro lado, por ello es muy importante la tarea de los cuerpos médicos de los equipos y de los rehabilitadores que ahora están por todas partes y que ganan muy buenos salarios.