Jorge Eduardo Gasso ha mejorado como silbante del futbol mexicano, pero sigue en la Luna o tan lejos de ella cuando se trata de sancionar algunas jugadas, como ocurrió el sábado por la noche en el Volcán de Monterrey, cuando Fernando Arce fue lesionado.
Las cámaras de televisión captaron con claridad el momento de la agresión, donde se ve la mala fe de Gastón Fernández, seguramente molesto por la derrota que le propinaba Santos al orgulloso conjunto de los Tigres. El golpe era directo y a la cara del jugador.
Los mismos comentaristas opinaban que la acción era de tarjeta roja, indiscutible, pero el argentino ni siquiera fue amonestado, mucho menos sancionado por su cobarde acción, que va en contra del fair play y de todo lo que debe tener el deportivismo.
Y como no hubo penalización, la “Gata” siguió echándole tierra a su porquería y luego hasta anotó el único gol de los regios, mismo que celebró como si hubiera ganado el partido. Pruebas suficientes tiene Santos para exigir una merecida sanción.
En ese encuentro, el pequeño caballo de hierro de Santos, Iván Estrada, volvió a dar una más de sus demostraciones de entrega y facultades, tapando, desde la misma raya, un balón que ya buscaba el hueco de la cabaña de Oswaldo. Cerca Rafa Figueroa en otra gran noche.
Y a la hora buena, la de decidir partidos y torneos, está apareciendo la figura de Walter “Lorito” Jiménez, tan querido por la afición de la Comarca. Esperemos que ante San Luis esté ya en condiciones de reaparecer Juan Pablo Rodríguez.
