Sólo en su tercera final en el Verano 2000, ante Toluca, Santos entró y salió rápidamente, doblegado por dos derrotas, la primera en casa y la segunda en La Bombonera. Aquí se había perdido por 0-2 y en Toluca por 5-1.
Errores en la marcación y una tarjeta roja en el juego de vuelta, ganada por Héctor Altamirano definieron pronto el resultado. Pero se aprendió, porque casi el mismo equipo con el mismo técnico, Fernando Quirarte, sería campeón en el Verano 2001.
A diferencia de aquella final, hoy se ve una serie más pareja, porque Cruz Azul y Santos llegan a esta fase con fuerzas niveladas, ambos con muchos méritos por lo que hicieron en la campaña regular y en las dos instancias anteriores de la liguilla.
Es cierto, sufriendo ambos, porque a los azules, Jaguares y San Luis resultaron respondones, y en cuanto a los de la Comarca, cómo batallaron ante Necaxa y sobre todo ante los Rayados de Monterrey, donde se tuvo que definir en el último aliento.
Sergio Markarián y Daniel Guzmán, los técnicos, saben que el que tome ventaja primero podría aspirar a más, y los dos confían mucho en el trabajo de sus medias canchas, donde hay hombres que saben resolver partidos, con pases o con goles.
Aquí, como dicen en el rancho, estaremos con el alma en un hilo, viendo y esperando, respaldados por la forma en que Santos lucha y no se entrega, como lo mostró claramente el domingo en el Corona, donde todo parecía perdido.
Y sea lo que ocurra, queda el último recurso en el Corona, donde el domingo por la tarde con más de 40 grados, habrá lleno hasta los topes, pues los boletos han tenido tanta demanda que será muy difícil encontrar uno el sábado, y no se diga el domingo.
