En futbol, como en todos los deportes, los sueños de gloria son para todos. Mencionábamos el caso de Venezuela, antes tan menospreciado, y que acaba de vencer a la misma selección de Brasil, demostrando muy bien eso de que no hay enemigo pequeño.
Y lo pensamos ahora que México se prepara para enfrentar este domingo, en Houston, Texas, a la selección de Belice, formada por un conjunto de jugadores faltos de fogueo pero con muchos sueños de gloria, como lo demostraron ante Saint Kitts & Nevis.
Ya dentro de la eliminatoria para ir al Mundial, el seleccionado de Belice logró con honores su pase a la segunda ronda, con una victoria y un empate, algo que conoce ya muy bien “Chucho” Ramírez, técnico provisional de los mexicanos.
Belice es una franja de terreno pegada a nuestro territorio. El total de sus habitantes han de ser los mismos que tiene nuestra ciudad. En este que fue territorio maya, el deporte más popular es el futbol, pero sus equipos, se dice, son los más pobres de Centroamérica.
El primer partido de esta eliminatoria será el domingo a las 3:30 de la tarde en el Estadio Reliant de Houston, y el segundo, en el Estadio Universitario de Monterrey el sábado 21 a las nueve de la noche, así que habrá que hacer el viaje a la Sultana del Norte.
“Chucho” Ramírez no duerme tranquilo pensando en el último rival que tendrá su brevísima estancia al frente del Tri, mientras que el sueco Sven-Goran Eriksson seguirá tomando apuntes, pues podría dar sorpresas al anunciar a los hombres que quiere dirigir.
