En esta llamada Superliga, que se han sacado de la manga algunos vivillos para poner en disputa un millón de dólares y ganar muchos más, sin duda alguna los que llevan ventaja son los representantes de la MLS (Major League Soccer), por estar en activo.
En cambio, los equipos mexicanos llegan en gran desventaja por estar en pretemporada y con programas iniciales que comprenden trabajo en playa y poco futbol, así que entran a la cancha, como se dice ahora, con cierta dureza por falta de toque de balón.
Y así lo vimos cerca de Boston, donde Santos Laguna enfrentó a un New England Revolution con jugadores fuertes, como torres, y algunos africanos que juegan sin contemplaciones y con tal dureza que obligan a la reacción del contrario.
Si los equipos mexicanos van a seguir en este tipo de competencias tendrán que modificar su preparación para no llegar con tanta ingenuidad ante los rivales del vecino país del Norte, que no se tocan el corazón para marcar fuerte, pregúntenselo a Iván Estrada.
Santos Laguna ahora está pensando cómo enfrentar esta noche al Chivas USA, equipo que sólo tiene algo más que un par de jugadores latinos, porque en su mayoría son jugadores fuertes que, ya lo verá, no tendrán contemplaciones.
Pero es interesante encontrar en el camino todo tipo de pruebas, porque los campeones no van nunca a las facilitas, y Santos Laguna tiene que seguir ajustando sus sistemas y requiriendo del apoyo de sus jugadores para evitar tarjetas, especialmente rojas.
