Darle continuidad a un prospecto que por cualidades propias empieza a destacar, debe ser obligación moral de las instituciones que lo arropan. Con el correr del tiempo, y con tantos años en el medio, hemos visto cómo muchísimos se desaprovechan.
Y también hemos comprobado que otros, apoyados por el cuerpo técnico en turno, han podido corresponder con creces la atención en ellos puesta. En Santos Laguna, desde la época de don Andrés Prieto y luego con Mauricio Peña, aparecieron muchas promesas.
De la primera etapa recordamos a Joaquín Reyes y a Francisco González, uno en la media y otro en la portería. El primero pronto llegó a la Selección Nacional, pero por diferentes razones no alcanzó el lugar que esperábamos y le faltaron oportunidades.
Al “Panchote” González cuando le dieron la oportunidad de suplir nada menos que a Oswaldo Sánchez, supo responder y muy bien, correspondiéndole la etapa en que el cuadro de la Comarca reaccionaba y empezaba a decirle adiós al descenso.
Con cierta frecuencia vemos futbol de otros países, y, por ejemplo, veíamos recientemente cómo se atendió el crecimiento futbolístico de Christian Benítez, hoy figura importante en Santos. Hijo de tigre, pintito, “Chucho” tiene más cosas por dar.
Por ello esperamos que la gente nueva que ha venido a hacerse cargo de las fuerzas básicas del Santos sepa cumplir con el cometido y no se queden estancados muchos prospectos que ya se asoman, pidiendo oportunidades.
