Así pues, por lo acordado en el seno del equipo América, Santos Laguna será recibido por las mismas Águilas entre aplausos y formando un pasillo, algo que es muy común en el futbol español, donde al campeón se le tienen que rendir honores.
Son ya muchas fiestas y homenajes para los Guerreros, que ojalá no les hagan daño, no los indigesten, pues esta semana ha estado llena de apapachos, empezando con los que les brindaron en Saltillo y continuaron en los mismos Pinos de la Ciudad de México.
El mismo presidente Felipe Calderón tuvo que hacer mención de los grandes esfuerzos que se hacen en La Laguna, famosa por su espíritu de trabajo y superación. Todo crea un gran compromiso para quienes conforman a Santos Laguna.
Y ese compromiso debe empezar desde la misma directiva, continuando con el cuerpo técnico y siguiendo con los jugadores. Lo del campeonato ya pasó, porque esta semana se empieza a escribir otra historia, con diferentes caracteres, tiempos y formas.
Es necesario, insistimos, recobrar la calma, el trabajo y la humildad, sobre todo esto último, para que la campeonitis no aparezca pronto y así se pueda visitar, con renovados bríos y ganas de triunfar, a ese monstruo de mil cabezas, Estadio Azteca, que pone nerviosos a muchos.
Así que los nervios deben dejarse en casa, para saltar a la cancha inspirados en una nueva estrella por conseguir. Al escudo del Santos, como lo hemos dicho, le faltan más condecoraciones, y éstas se pueden lograr a base de trabajo y muchos deseos de seguir siendo los mejores del futbol mexicano.
