Santos Laguna sigue sin acomodarse en la cancha en este torneo, y no es aún el conjunto acoplado que vimos en los dos últimos torneos, cuando se salvó del descenso y cuando ganó el campeonato. Ayer, ante Pumas, pudo ganar, pero falló.
Hay inseguridad, fallas en los pases, en la zona defensiva y sobre todo en el ataque, porque ni siquiera se pudo anotar un penal que hubiera significado el triunfo. Matías Vuoso telegrafió su disparo cobrando la pena máxima, lo que facilitó la atajada de Bernal.
El equipo de casa había iniciado alegre y prometedor, pero pronto fue apaciguado por los rivales, que sin mostrar mucho buen futbol se fueron adueñando de las acciones y hasta sintieron que podían ganar cuando Dante López anotó por los visitantes.
Hubo esperanzas cuando al reanudarse las acciones Vuoso se fue pronto enfrente pero salió Bernal exponiendo el físico y lo anuló. Sería hasta el 23 de la segunda parte cuando una jugada entre Fernando Arce, y Matías Vuoso culminó con el empate Paco Torres.
Hasta el gol visitante fue gracias a una falla de Fernando Ortiz, quien dejó en libertad a Dante López para que sin problemas anotara. Se puede decir que no hay de qué preocuparse, pero lo que llama la atención es que Santos no puede todavía mostrarse como ganador.
Lo importante es que en Santos no hay descansos ni debe haber fiestas ni distracciones, sólo trabajo, porque hay que meterse otra vez en la onda del buen futbol, antes de que este torneo siga avanzando, para que los jugadores respondan al apoyo de la afición.