A pesar de los errores de Sven-Göran Eriksson, México venció 2-l con ciertos apuros a Honduras, en un mal partido de los mexicanos que hicieron sufrir a los cien mil aficionados reunidos en el estadio Azteca y muchísimos más frente al televisor.
Entre los errores del técnico sueco está el haber convocado a Leandro Augusto, que no tiene cosas mejores que muchos mexicanos, y fue el brasileño nacionalizado el que cometió errores costosos. Luego se puso al inicio en la delantera a Giovanni y Vela.
No eran los indicados para este encuentro, y el panorama cambió cuando entró Cuauhtémoc Blanco quien en los pocos minutos pesó ante el rival y dio confianza a los nuestros. Y fue Pavel Pardo con dos goles el que daría el angustiado triunfo.
Así terminó un día que habíamos empezado contentos, con la medalla de oro ganada en Pekín por el ídolo de Uruapan, Guillermo Pérez Sandoval, un deportista que no tuvo gran apoyo oficial y si el de su familia y sus entrenadores.
Vimos los cuatro combates que tuvo Guillermo, y en todos mostró no sólo grandes deseos de triunfar, sino una serenidad que ya quisieran otros deportistas que cobran mucho, tienen mucha publicidad y no sirven para gran cosa.
Ahora a esperar el sábado cuando Santos vaya al Estadio Jalisco a su gran examen ante las Chivas. Sacar ahí un buen resultado será signo de que por fin se ha retomado el buen camino, antes de que el campeonato avance.
