V einticinco años. Un cuarto de siglo. Ese es el tiempo que tiene hoy Santos Laguna de existencia. Es joven, muy joven, y se le ve un gran futuro, para satisfacción de los habitantes de esta Comarca, que ven en su equipo a un digno representante.
Porque el equipo de los Guerreros es un conjunto de hombres donde no caben las medianías y estorban los turistas. Quien no se pone bien la camiseta y enseña pronto el cobre se va sin dejar sombra ni huella, pasan de noche.
En cambio, hay muchos que han dejado una estela luminosa que no se apagará mientras tengamos esta noble afición que tanto envidian en otras partes y en otros equipos. Un reconocimiento para cada directiva que ha estado al frente, en las malas antes y hoy en las buenas.
Cómo olvidar en este renglón a Armando Navarro Gascón, quien en el nuevo Territorio Guerrero deberá tener un lugar especial por todo lo que aportó, desde convencer a Grupo Modelo y todos sus funcionarios de que La Laguna merecía un buen equipo.
Y un reconocimiento permanente para José Miguel Muguerza, el hombre que luchó contra viento y marea porque volviera a haber buen futbol. Para Paco Dávila. Detrás están muchos hombres que ayudaron a poner las nuevas bases, como Alejandro Irarragorri.
Ayer platicábamos con Alberto Canedo, Adrián Martínez y Eliseo Lucero de tantos recuerdos que se han ido grabando en la historia del futbol lagunero, y mencionábamos el largo camino por recorrer y los muchos retos que siempre existirán. Adelante y felicidades.
