Hay en nuestra Selección Mexicana de futbol, hoy día, otro ambiente, y naturalmente otros resultados. Han pasado a la historia los gritos y las intemperancias de Ricardo Antonio La Volpe, así como los egocentrismos al máximo de Hugo Sánchez.
El que está al frente del Tri es ahora un señor nacido en Suecia y quien ha venido a trabajar, rompiendo records de asistencia a partidos y lugares para él desconocidos, y a ello ha aunado el aprendizaje del idioma español, en el que avanza a pasos agigantados.
Dicen, quienes están bajo el mando de Sven Goran Eriksson, que el ambiente es de primera, agradable y propio para el mejor desempeño de cada jugador. Nada de insultos ni groserías, tan propias del argentino que cobraba muy bien y trataba mal a medio mundo.
Y es que hay de extranjero a extranjero. Unos vienen a México a hacer la América y a mostrar su arrogancia y mala educación. De estos tenemos varios ejemplos en el futbol mexicano, individuos de muy mal comportamiento.
Nosotros tenemos grabaciones que confirman lo que aquí escribimos, y hemos hecho referencia de algunos casos concretos, como el de Fernando “Gavilán” García, que nos corrió de la cancha del Estadio Revolución cuando llegó a dirigir al Torreón.
Cambió después, pero luego han aparecido otros que no respetan que están en país ajeno. Así pues, qué bueno que el señor Eriksson esté dando resultados positivos y, sobre todo, respetando a los jugadores a su cargo, porque, en su caso, primero están los demás y luego él.