A la afición lagunera le gusta el accionar del actual equipo del Santos Laguna. Se llena de entusiasmo y esperanza cuando sus laterales Édgar Castillo e Iván Estrada se van por la banda en zona enemiga, buscando hacer daño con sus pases al centro.
Y más se anima cuando Daniel Ludueña, de nuevo en activo, va a cobrar los tiros de castigo de media distancia, conociendo de la puntería de sus disparos, así como del entusiasmo y entrega que muestra siempre Walter “Lorito” Jiménez.
Hoy no se contará con la participación de Christian Benítez, todo un caso cada vez que va a su natal Ecuador, donde acostumbra sacarse de la manga una y mil historias para justificar sus innumerables ausencias.
Ojalá su lugar sea ocupado al fin por Agustín Herrera el “Galgo de las Praderas”, quien en cada oportunidad vuelve a mostrar su valía, antes de que siga pasándole tiempo y se desperdicie a uno de los que ayudaron en aquella campaña de la salvación.
El canchero Necaxa está bien armado con un buen arquero, el señor de los tatuajes, Omar Ortiz, mientras que la zona defensiva la comanda un veterano soldado de mil combates, el argentino Pablo Quatrocci, que militara con Estudiantes de la Plata y en el futbol alemán.
Seguramente que todos los defensores santistas conocen muy bien las habilidades de los atacantes Hugo Rodallega y Gustavo Biscayzacú así como la efectividad de otros necaxistas como Mario Pérez y Gerardo Galindo, peligrosos al atacar.