Daniel Guzmán Castañeda, técnico del Santos Laguna, tiene todo lo que un técnico anhela, sueña y quiere: primero, una directiva que lo apoya en las buenas y en las malas, un buen equipo donde hay varios con sello de seleccionado nacional.
Y un campeonato al que no le ha sacado todo el brillo que esperábamos. En fin, nada mejor podría pedir este estratega nacido hace 43 años en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Y como es su momento de gloria, ha hecho cosas que se le han antojado.
Como ordenar, según sus deseos, hora y minutos en que abra las puertas a los comunicadores, el día que lo indique. Muchas veces nos quedamos afuera, en pleno sol, esperando la famosa orden y muchas veces nos retiramos al no llegar ésta.
Otra cosa que le han aceptado los nuevos directivos, encabezados por Alejandro Irarragorri, es llenar el plantel con gente de su Estado natal, al grado de que muchos aficionados dicen que ya no se llama Santos Laguna sino Santos Jalisco.
Eso es lo de menos si todos cumplieran, pero algunos cambios que ha hecho, en partidos casi ganados o por ganar, ha sido utilizando a sus paisanos, que unas veces le han respondido y otras no. En fin, la historia la escriben los triunfadores.
Pero Daniel tiene también el gran compromiso de rendirle buenas cuentas a su directiva, y también a sus aficionados. Los dueños de los equipos sólo se casan con los buenos resultados, aunque antes se hayan ganado campeonatos. La historia en el deporte se escribe cada día, no olvidarlo.