Siendo Santos Laguna el campeón del futbol mexicano, hubiera tenido una mejor planeación para enfrentar sus compromisos siguientes a la obtención de su tercer título. Se lo merecía. Sin embargo lo que se ha vivido hasta ahora indica lo contrario.
Apenas se coronó sabía ya de sus dos compromisos internacionales, primero la Superliga a jugarse en territorio norteamericano y luego la Concachampions. Se creía entonces que se adquirirían refuerzos de calidad para lo que estaba por venir.
No fue así. Para variar se trajeron los famosos refuerzos de la Perla Tapatía, actual proveedor de todo tipo de gente que viene a cobrar en la nómina santista. Se decía que eran jugadores que tenían nombre, y todavía la noche del martes vimos que no.
Se fue, como el agua por entre los dedos, la famosa Superliga donde Santos hizo muy mal papel, y como el agua y la lluvia también se está yendo la Copa de Campeones. Entonces queda poner toda la carne en el asador en el Torneo Apertura 2008.
Y ante los repetidos errores que está teniendo Oswaldo Sánchez, habrá que dedicarle mayor atención a Miguel Becerra. Ahí, tanto el profesor Luis Carlos Bongiovanni como el doctor Próspero Hernández tienen mucho trabajo para ponerle dieta rigurosa y bajarlo de peso.
Y por fin darle más oportunidad a Agustín Herrera, jugador que en cada oportunidad se parte el alma y hasta anota su gol, pero que tal vez por no ser de Jalisco ni de los recomendados, no es tomado en cuenta. Sin embargo ante la incapacidad de otros habrá que considerarlo.