Por primera vez en casi una década, los famosos Yanquis de Nueva York no estarán en los play offs y mucho menos en la Serie Mundial. Su pobre rendimiento en la División Este de la Liga Americana los dejó apenas a media tabla, superados por los Medias Rojas.
Y todavía más arriba quedaron los grandes líderes de Tampa Bay, que parecen encaminarse a la obtención del gran título que se disputa en el Clásico de Otoño. Y mire usted que lo de los Mulos de Manhattan es trise y decepcionante.
Pero sus males no vienen de ayer, sino de tiempo atrás. Se dice que ahí también han existido malas planeaciones, y que no se ha atendido el presente, especialmente buscando la propia cosecha, como ocurrió tiempo atrás.
George Steinbrenner ha estado menos tiempo en la oficina, dejando las tareas de responsabilidad a sus hijos, que no han resultado lo brillante que esperaba el gran jefe de los orgullosos Yanquis. Y luego, el trabajo de oficina ha sido erróneo.
Pero otros planes van viento en popa, como la próxima apertura de su nueva casa y todo lo que ella contendrá, donde habrá un lugar especial para los hombres que dejaron la historia más brillante dentro del club, empezando con el Bambino de Oro, Babe Ruth.
Esta vez tendremos una serie quizá con muchos nuevos actores, o sea, jugadores que de la noche a la mañana han saltado a la fama y han llevado a sus equipos a la cúspide en sus divisiones. El Gran Clásico está a la vuelta de la esquina.
