Esperemos que Jaime Toledo, ese jovencito que sorprendió a todos durante el partido de Santos Laguna ante Tauro de Panamá, dentro de la Copa de Campeones, no corra la misma suerte que otros buenos futbolistas sacados de las fuerzas básicas santistas.
Ya habíamos notado las facultades que va asomando este canterano, pero con esos pases medidos y adelantados que le dio a Christian Benítez se notó de lo que puede ser capaz alguien con visión y capacidad natural para mostrar la diferencia.
Jaime ni siquiera figura en las guías que publica el club lagunero al inicio de cada temporada, pero va sobresaliendo tanto que ya fue tomado en cuenta para debutar, aunque pocos minutos, ante Pachuca, donde se perdió al no convalidarse goles auténticos.
Y decimos ojalá que la suerte de Toledo sea otra porque hemos visto varios casos de jóvenes formados en Santos y mandados a casa o a otra parte. Ejemplos son los de José Luis Rodríguez “Che”, quien vino desde Oaxaca y hoy nadie sabe dónde está.
El “Che” formó parte incluso de selecciones nacionales juveniles. Otro caso es de Froylán Roldán, quien vino de San Francisco, California, y hoy está por tierras de Chihuahua. Otro caso es el de César Urueta, que fue campeón goleador juvenil.
Otro, el de Armando Ortega. Y así podríamos seguir mencionando casos concretos de jugadores muy jóvenes que se han desperdiciado al cambiar la dirección de las fuerzas básicas de este equipo. En fin, son otros tiempos y otras circunstancias.