Tribunas solitarias ha sido la norma en varios estadios deportivos. Un ejemplo claro lo es La Bombonera, casa de los actuales monarcas del futbol mexicano, que durante la pasada temporada lució vacía, dado el pobre espectáculo que mostraban los Diablos.
A lo anterior se agrega algo más importante y que es la crisis económica que está padeciendo todo el globo terráqueo, ante el creciente desempleo y las carencias económicas que sufren muchos sectores de la sociedad.
Por ello, Decio de María, directivo del futbol mexicano, anunciaba a principios de esta semana la muy probable implementación de medidas emergentes, tendientes todas ellas a hacer más atractivos los encuentros, motivados por la respuesta que hubo en la pasada liguilla.
Se analiza así la posibilidad de que el superlíder no entre a la liguilla y espere al vencedor de la fase final para disputar el campeonato con él. Se quieren buscar medios y motivos para tener la atención de los aficionados y sobre todo su asistencia a los partidos.
El otro día comentábamos aquí sobre beisbol y lo que se hacía en Vaqueros, y al día siguiente en nuestro correo pusieron varios recados pidiendo a la directiva de este equipo la contratación de peloteros de calidad que vengan a sudar la franela y no a turistear.
Añadían, quienes enviaban los correos, que dejaron de ir al Estadio de la Revolución por el poco amor que veían en los jugadores y su falta de interés por brindar buen espectáculo. Así pues, este tema tiene solución con buenos equipos primero y mejor desempeño de los jugadores.
