“En diez años, México será el país con más sobrepeso del mundo en el 2018 si no se toman medidas preventivas, de acuerdo al Seguro Social”, la noticia puede parecer jocosa sin embargo no lo es, por el contrario es un importante tema de salud pública.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud 2006 casi el 70 por ciento de los mexicanos, unos 70 millones de personas, tiene problemas con su peso, ya sea de obesidad (cerca del 40 por ciento) o de sobrepeso (sobre el 30 por ciento).
Los efectos de la vida moderna hacen estragos de nuestra sociedad, cada vez es menor el tiempo para comer por lo que se recurre a los establecimientos de comida rápida. Así las hamburguesas y las pizzas sustituyen a las frutas y verduras. Por si fuera por el ritmo de trabajo tampoco permite hacer ejercicio diariamente.
En el ámbito local el problema no es menor. En Coahuila el 75 por ciento de las mujeres y el 74 por ciento de los hombres padece de sobrepeso y obesidad, por arriba de la media nacional que es del 69.9 por ciento, según la Encuesta Nacional de Coberturas (ENCO) Prevenimss que realiza cada año Seguro Social.
Los estados del norte del país se ubican por encima de la media nacional en materia de obesidad y sobrepeso, producto sobre todo de la dieta apegada al esquema norteamericano. La obesidad genera enfermedades como la diabetes, hipertensión y males cardiacos.
En el pasado era común ver a un niño gordito y que sus padres se sintieran orgullosos porque era un niño sano. Hoy sabemos que no es así, por el contrario el sobrepeso es una enfermedad que tiene su origen en nuestra forma de ser. Los usos y costumbres afectan directamente a la salud, recordemos que es tal nuestro gusto por comer que hasta en el 2 de noviembre servimos comida a nuestros muertos.
Urge cambiar los hábitos alimenticios, pero sobre todo, inculcar a los niños la cultura de comer sano. En el hogar empieza el problema y es ahí donde se puede generar un cambio. Nuestro sistema de seguridad social cada vez está más mermado, son muchos los recursos económicos que se destinan a las enfermedades cronicodegenerativas, de ahí que la obesidad sea un problema de salud pública.
Más allá de los propósitos de fin de año es necesario comer sano, porque la obesidad es una enfermedad que puede provocar una muerte silenciosa.