A un año de la grave cornada sufrida en la Monumental de Villahermosa, Tabasco, el matador de toros lagunero Jorge Mata se dice agradecido con Dios por la nueva oportunidad de vivir que ha recibido.
Justo hoy se cumple un año del día más trágico en la vida del matador de toros lagunero Jorge Mata, quien el 24 de febrero de 2007 entró al ruedo de la Monumental de Villahermosa, Tabasco, con la intención de fajarse como los grandes, en una tarde que se presentaba como su gran oportunidad para dar su estirón como matador de toros.
La jornada era de ensueño, al llevar como alternantes al rejoneador hispano Pablo Hermoso de Mendoza y a José Luis Angelino, figuras que representaban todo un reto para quien buscaba un sitio entre los consagrados.
Pero el destino le tenía preparado un camino muy diferente a Jorge Mata Carlos, quien en su primer toro de la tarde, al filo de las 18:30 horas, fue embestido por “Chorote”, un ejemplar de 485 kilos, procedente de la ganadería de Cerro Viejo, un criadero del cual nunca había lidiado astados.
Por la forma en que se presentó el percance, los daños que le generó el pitón del toro en la femoral de la pierna derecha, justo en la región inguinal, el torero sufrió una fuerte hemorragia, de modo que al llegar al Hospital Gustavo A. Rovirosa Pérez de la capital tabasqueña, el torero prácticamente agonizaba, según el reporte médico.
Pese a la gravedad, la atención recibida en el nosocomio tabasqueño fue de primer nivel y el matador de toros logró salir airoso de la lidia más difícil de su vida, al lograr vencer a la muerte.
Tras varios días de gran cuidado en la capital de Tabasco, el torero fue trasladado a Torreón, donde continuó con su convalecencia y tratamiento en un hospital de primer nivel de esta ciudad.
Cuando todo parecía superado, Jorge Mata sufrió una importante recaída debido a una infección surgida en el área donde había sido cornado, de modo que nuevamente la alarma se hizo presente, ya que a partir de ese momento fue sometido a una importante cantidad de cirugías, que además de ser un auténtico suplicio, debido a lo complejo del problema, arrasaron materialmente con su economía y la de su familia.
Como muestra del afecto que se le tiene en el medio, amigos personales, empresarios y figuras de la fiesta brava, así como de la política lagunera y nacional, aportaron una gran cantidad de dinero para los gastos de hospitalización generados.
Algunos más organizaron un gran festival taurino en el que tomaron parte figuras de la talla de Eloy Cavazos, Arturo Macías el “Cejas” y Luis Ricardo Medina “Pasión Gitana”, entre otros.
El camino a lo largo del último año no ha sido fácil para este matador de toros, ya que luego de librar el peligro de muerte en que vivió tuvo que aceptar la realidad, el retiro de la fiesta brava era obligatorio y tomó la decisión, siempre con la mente puesta en su familia, la cual pasó a su lado el gran susto.
Poco tiempo después de la cornada nació su segundo hijo y con ello se renovaron sus ilusiones para seguir adelante en su camino, finalmente, dijo el torero, la familia siempre ha ocupado un sitio primordial en su vida.
Pese a que el problema no ha sido superado del todo, ya que se auxilia de muletas para caminar, el torero se dice agradecido con Dios, luego de haber recibido una segunda oportunidad de vivir y disfrutar de todo lo bueno que la vida le ha dado.
