Aspecto de la corona que utilizará José Emmanuel Guillén Roldán en representación de la Pasión de Cristo en la delegación Iztapalapa. Visita a la casa de José Emmanuel Guillén Roldán, quien interpreta por segunda ocasión el papel de Jesús en la 165 representación de la Pasión de Cristo en la delegación Iztapalapa. (Fotografías de El Universal)
Emmanuel Guillén, ‘el Cristo de Iztapalapa’, probó alimentos por última vez la noche del miércoles ya que realiza ayuno durante dos días.
La Última Cena de Jesús fue el miércoles y no el Jueves Santo. Emmanuel Guillén, quien interpreta a Cristo en La Pasión de Semana Santa, en Iztapalapa, probó alimentos por última vez la noche del miércoles ya que realiza ayuno durante dos días como lo hizo el hijo de Dios hace mil 975 años.
Su comida no fue pan y vino, sino huevo con mole que prepararon en su casa. La elaboración de los platillos se realizó también unos días antes para que el viernes, día de guardar, sólo se recaliente, ya que por tradición ese día no se hace nada.
Emmanuel salió de su casa a las 6:30 horas para caminar por el cerro de la Estrella donde sería aprehendido por la noche y luego se dio un baño en el vapor para “tranquilizarse”.
Sin los 12 apóstoles detrás de él, Emmanuel prefirió estar en soledad las horas previas. “Los amigos me ponen más nervioso porque me empiezan a preguntar cómo me siento y me dicen ‘no se te vayan a olvidar los parlamentos”.
Emmanuel volvió a su casa 20 minutos antes de las 10 de la mañana manejando su camioneta. Ya en su hogar optó por encerrarse en su recámara y “ver la tele o repasar mis diálogos”.
Ayer leyó el libreto caminando alrededor de la mesa de su casa. En el comedor, hay un tapete de la Última cena cuelga de la pared, sobre la mesa la Sábana Santa en la que será envuelto al bajar de la cruz; además del lienzo con el que ayudan para subirlo al momento de la Crucifixión.
La familia de Emmanuel preparaba los últimos detalles para la recepción de invitados, familiares y amigos que se reunirán en la casa estos días.
En el ambiente se mezclaban los olores del bacalao y los romeritos, mientras Emmanuel continuaba caminando.
Como si fuera la serpiente que se le apareció a Adán y Eva, una víbora de peluche observa el último repaso a sus parlamentos antes de transformarse en el Jesús de la 165 representación de Semana Santa en Iztapalapa.
En su segundo año consecutivo con el personaje de Cristo, Emmanuel recordó que “los nervios comienzan cuando sale la primera palabra”.
Durante los últimos momentos que Emmanuel estuvo en casa, tomó un vaso con agua, después subió las escaleras y se encerró en su recámara donde oró. La metamorfosis de Emmanuel para convertirse en el Hijo de Dios tomó una hora y media, con túnica blanca, peluca y barba, el Cristo encabezó más tarde la procesión por los ocho barrios de Iztapalapa.
Y en el Cerro de la Estrella esperó su aprehensión y encarcelamiento para enfrentar su juicio final.
Invierten 13 mdp en representación
La delegación Iztapalapa invirtió 13 millones de pesos en la realización de la edición numero 165 de la Pasión de Cristo en esa delegación.
Los recursos salieron del presupuesto delegacional y se emplearon para la ampliación de fotografías que se encuentran en la exposición que se encuentra en las rejas del bosque de Chapultepec, además de la instalación de dos retablos de bronce, ubicados en los escenarios de las dos primeras caídas.
El delegado, Horacio Meza, informó que esto recursos también se emplearon en la alimentación que se da al personal que participa en esta representación, además de que se compraron garrafones de agua y toneladas de naranja para ofrecer el servicio de hidratación a los visitantes, de los que se espera rebasen los dos millones.
La delegación también financió la instalación de tres pantallas gigantes que se colocaron a lado del escenario, una más sobre el Andador Aldama y la tercera en el Cerro de La Estrella con la finalidad de que los asistentes puedan apreciar la escenificación de la muerte del Hijo del Dios.
Reclusos buscan expiar sus delitos
En la búsqueda por expiar sus pecados y el delito de secuestro del que se le acusa, Osvaldo Rodríguez Hernández representará hoy viernes, en el Reclusorio Oriente, al hijo de Dios y su calvario.
Hace tres años y medio Osvaldo fue detenido por su presunta participación en el plagio de una persona, lo cual lo llevó a ser enjuiciado; fue encontrado culpable y sentenciado a 18 años de cárcel.
En la década de los 80 fue cuando en esta prisión ubicada en la fervorosa Iztapalapa, se inició con la conmemoración de este pasaje bíblico realizado por la propia población penitenciaria.
Este Viernes Santo serán 60 los presos que participarán en la escenificación del Mártir del Gólgota, y quienes estarán, como hace más de 20 años, organizados por el grupo de la Pastoral Penitenciaria que fue quien impulsó esta representación.
Dicha representación carcelaria tiene un especial significado para los reclusos que tienen una carga emocional especial, menciona el subsecretario del Sistema Penitenciario, Hazael Ruiz Ortega.
Son los mismos reclusos quienes costean su vestuario.
Desde semanas antes se hace la selección del Jesús, para lo cual se considera el buen comportamiento del interno.
En esta Semana Santa el papel de Judas será representado por Víctor Hugo Ortega Fragoso, quien se encuentra en prisión por el delito de homicidio; de 35 años de sentencia, lleva cumplidos 8 meses.
La musicalización y escenificación corre a cargo de los propios internos, quienes con apoyo del área de Actividades culturales y deportivas, ponen el toque de realismo a la representación que inicia en el Auditorio de esta cárcel, y luego se realizan las tres caídas en el patio, donde además Judas decide ahorcarse al tomar conciencia de su traición.
Allí mismo, los romanos crucifican a Jesús, en presencia de varios internos quienes en años anteriores se les ha visto arrodillarse frente a la cruz, rezar y llorar.
Sufre trombosis cardenal emérito
El cardenal, Norberto Rivera Carrera, pidió a sacerdotes y fieles de la Arquidiócesis de México orar por la salud del cardenal emérito, Ernesto Corripio Ahumada, quien ayer sufrió una trombosis en el brazo izquierdo, lo que complica su estado de salud.
El ex prelado, de 89 años de edad, padece diabetes.
Rivera Carrera encabezó ayer una misa en la que se hace homenaje a todos los sacerdotes en su día y se bendicen los santos óleos.
Ahí, Rivera Carrera exhortó a los fieles católicos a estar cerca del “Señor”.
En esta misa, se entregaron reconocimientos a sacerdotes con 25 años de ordenación y se bendijeron los óleos de los catecúmenos, o también llamado de los exorcismos, que son utilizados durante todo el año en las parroquias del Distrito Federal, al igual que el óleo de los enfermos y del santo crisma.
