Un especialista recomienda que ante una situación de crisis es destinar el 25% de sus ingresos a pagar deudas.
Prever y no malgastar son las características que deben prevalecer este fin de año al recibir el aguinaldo ante la actual crisis y las compras excesivas fomentadas por la temporada.
De acuerdo con un sondeo sobre el uso del aguinaldo realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) 25.1 por ciento de entrevistados respondieron en 2007 que dedicaron ese recurso a la compra de ropa y calzado; 15.8 por ciento lo destinaron a los festejos de Navidad y Año Nuevo; 15.4 por ciento compraron regalos y juguetes; 12 por ciento lo ahorraron y 11.3 por ciento pagaron deudas, lo cual cambiará rotundamente en 2008 como resultado de la inestabilidad financiera.
Roberto Bello, director general de Estudios sobre Consumo de la Profeco, considera que ante las condiciones de incertidumbre las personas replantearán la forma gastar su aguinaldo, enfocándose principalmente a pagar deudas.
Hay que dividirlo en tres puntos según la situación. El primero, a pagar deudas; otro a las mejoras de la casa o inversiones domésticas (remodelación del hogar, mantenimiento del coche, comprar bienes duraderos), obviamente sin endeudarse más de 25 por ciento de los ingresos familiares y dejar una tercera parte destinada a los festejos navideños”.
Si no tiene deudas e invierte en casa, arreglarla o modificarla, prácticamente se dice adiós a las posibles vacaciones, que de no ser en el interior de la República, en estas fechas resulta un “arma de doble filo” salir al extranjero por la volatilidad del pesos ante el dólar
El especialista explica que habrá quien deba destinar más de 25 por ciento de su aguinaldo a pagar deudas; de ser pequeña la suma, podrá dejar más dinero para los otros puntos.
“Se recomienda llevar a un nivel consciente los gastos, hay que replantearse la conveniencia de no derrochar”.
El aguinaldo, disposición que data de 1970 con el propósito de solventar los gastos y compromisos de los trabajadores en la temporada navideña, se convirtió en un ingreso reservado exclusivamente a ello, dejando de lado el pago de deudas o ahorro.
La Profeco recomienda evitar la penosa cuesta de enero, que tiene como desenlace préstamos personales, uso de la tarjeta de crédito, solicitar algún crédito bancario o la visita a las casas de empeño.
Tampoco se deje llevar por las ofertas a decenas de meses sin intereses y mucho menos si los generan, pues sus deudas se incrementarán de forma estratosférica.