Sólo los policías con permiso recibieron armas para patrullar ayer la ciudad, luego de la irrupción de la Policía Federal en el edificio de Seguridad Pública.
Acusan a policías municipales de ser pagados por traficantes de droga para informar de operativos.
Un día después de que policías federales y municipales se enfrentaran a balazos, un grupo de federales irrumpió en el edificio de Seguridad Pública de Torreón y detuvo a seis comandantes y dos agentes.
Horas después fueron liberados, luego de un interrogatorio, y la Procuraduría General de la República aclaró que los agentes fueron en calidad de testigos.
Poco antes, en una conferencia de prensa en la Ciudad de México, el subsecretario de Seguridad Pública federal, Facundo Rosas, acusó a la Policía Municipal de estar pagada por el crimen organizado.
Rosas reveló que cinco sujetos que llevaban droga detenidos por la Policía Federal el lunes habían declarado que vendedores de droga pagaban entre 2 mil y 10 mil pesos a agentes municipales para que los alertaran de operativos federales.
La irrupción de la Policía Federal en el edificio de Seguridad Pública fue poco antes de las tres de la tarde y duró 20 minutos. Entraron por la fuerza, cortando cartucho y sometiendo a agentes y personal administrativo de la Policía.
Los agentes federales llegaron dos horas después de que rindieron su declaración los 35 policías municipales que fueron detenidos tras la balacera del lunes en la madrugada en el cuartel de la Policía Federal, cuando los agentes municipales fueron a exigir la liberación de dos compañeros.
Al momento de que los policías federales ingresaron al edificio de Seguridad Pública no se encontraba ahí el director interino, Fernando Sáinz Muñoz, quien apenas por la mañana había sido presentado como el nuevo titular de la corporación.
El alcalde José Ángel Pérez explicó que Sáinz Muñoz no estaba en el edificio “porque andaba patrullando”, pero reconoció que había temor de que fuera requerido por la Policía Federal.
La acción federal dejó por los suelos el ánimo de los policías municipales. Luego de que el lunes la ciudad quedara al cuidado de no más de 60 agentes, ayer por la mañana la vigilancia se restableció al 60 por ciento. Pero después de la detención de los comandantes, sólo 40 agentes salieron a trabajar. De ellos, sólo 15 portaban armas.
“No hay garantías, nos piden apoyo y nos salen con esto. Eso es privación de la libertad”, dijo un policía.
Durante el día, elementos de las policías Federal y Estatal y del Ejército montaron puntos de revisión en la ciudad. La Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) informó que enviaron a 200 elementos para apoyar en Torreón. El objetivo de la SSP es “atacar la logística criminal”, según un comunicado.
El alcalde cuestionó al Gobierno Federal y reclamó las acusaciones de la SSP sobre la Policía de Torreón. “No se vale que se diera a conocer sin que terminara la investigación”, dijo sobre el señalamiento de que los agentes eran pagados por traficantes de droga.
Hoy a las 14:00 se vence el plazo para que el Ministerio Público Federal consigne o libere a los 35 policías detenidos, quienes siguen en la sede de la PGR en Torreón.
El alcalde pidió al gobernador, Humberto Moreira que deje de “lavarse las manos” y dijo que no “ha movido un dedo” respecto a los secuestros registrados. “No se vale que nos dejen solos”, dijo.
El alcalde añadió: “No renunciaré aunque quieran derrocarme. Yo sí puedo con mi trabajo”.
Moreira se limitó a decir que asignarán más elementos de la Policía Estatal para vigilar Torreón y reveló que habló con autoridades federales para que refuercen la seguridad en la ciudad.
