La vacunación es una herramienta de utilidad demostrada para controlar e incluso erradicar males.
Una vacuna nos pone a salvo de ciertos males, hay para muchas enfermedades, las ideales son aquellas que cuidan la salud de los niños.
El cuidado de la salud pasa necesariamente por la aplicación de vacunas a chicos y grandes, mujeres y hombres, pero ciertamente hay que comenzar prácticamente desde la cuna, con la inmunización de males como sarampión, rubéola, paperas y otros que suelen ser un tormento para los niños y padres.
De acuerdo con el infectólogo pediatra Demóstenes Gómez Barreto, asesor en vacunas del Hospital General Manuel Gea González, “la eficacia de la inmunización ha sido tal, que desde hace más de cinco años en México no se han reportado casos de sarampión autóctonos, todos han sido importados”.
Buena cepa
La labor de los científicos ha dado como resultado la vacuna a base de virus vivos contra sarampión, paperas y rubéola (MMR II) de Merck Sharp & Dohme, la cual es considerada como método eficaz de prevención contra estas enfermedades. Su protección es del 95% después de una sola dosis y 99.7% con dos.
El médico experto en vacunas dice que la inmunización es de las medidas preventivas más certeras y económicas ante enfermedades prevenibles, ya que pueden administrarse a la mayor parte de la población, son fáciles de aplicar y han demostrado seguridad y eficacia, como en el caso de la erradicación de la viruela a escala mundial y de la polio en América desde los años 90.
Los beneficios de la vacuna MMR II consisten en la prevención de complicaciones y secuelas provocadas por estos males, que son en el caso de sarampión: neumonía, otitis media, infecciones bacterianas, encefalitis, alteraciones en el sistema nervioso central y la muerte.
En lo que toca a la rubéola evita aborto espontáneo en la madre e implicaciones congénitas en los recién nacidos: malformaciones del corazón, lesiones oculares, retraso mental, microcefalia y sordera, entre otras.
En el campo de las paperas: orquitis, meningoencefalitis, pancreatitis, meningitis aséptica, encefalitis y en muy raros casos los hombres adolescentes que pueden quedar estériles.
Buen origen
La vacuna de MSD contiene la cepa original de Jeryl Lynn, nombre de una pequeña que padecía parotiditis (paperas) y a partir de la cual su padre desarrolló (1967) el inmunizador, que tan sólo en Estados Unidos afligía a más de 200 mil niños al año. “Ofrece seguridad y es eficaz al ataque del virus”, afirma el pediatra Miguel Cashat Cruz, gerente médico del laboratorio.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año fallecen 2.5 millones de niños menores de cinco años a causa de enfermedades prevenibles mediante vacunación. La Norma Oficial Mexicana de Prevención y Control de Enfermedades señala que es necesario aplicar una primera dosis a los 12 meses de edad y una segunda a los seis años.
La inmunización es una herramienta de utilidad demostrada para controlar e incluso erradicar males, en el caso de México, Cashat y Gómez coinciden en que la evidencia radica en que la prevalencia de estas tres enfermedades ha disminuido de manera radical y han podido controlarse preventivamente.