La reposición de banquetas en el Centro Histórico ha dado mucho de qué hablar desde que inició la obra.
OPINIÓN
Especialista en diseño urbano y de arquitectura de paisaje.
Durango. “Por supuesto que hay que unificar en el sentido que le dé congruencia y unidad al Centro Histórico, en términos generales, la recomendación es unificar y devolverle una unidad al contexto de la piedra”, dijo Mario Schjetnan Garduño, fundador del Taller Grupo Diseño Urbano, al hablar de la polémica que se ha generado entorno a las banquetas de laja en el Centro Histórico.
Quien se ha distinguido con premios y reconocimientos nacionales e internacionales en las áreas de diseño urbano, así como arquitectura de paisaje, admitió que no conoce a profundidad la ciudad sin embargo, consideró que es válido poner laja en lugar de cantera.
“Entiendo que se han venido poniendo banquetas de laja. Me parece absolutamente correcto por varias razones, en primer lugar, es un material natural que en un Centro Histórico hay que poner”, expresó el maestro en Arquitectura de Paisaje.
Justificación. Los materiales naturales, remarcó, son más recomendables que cualquier material artificial como por ejemplo, concretos estampados, el cual se ha colocado en algunas otras urbes.
“La laja es de la región, entonces, estamos utilizando materiales que tienen que ver con la tradición de los materiales. Si hablamos de calidad pues se tiene que hacer bien aunque no he ido a revisar”, argumentó ante los medios de comunicación que lo cuestionaban.
Determinó que la laja es un material durable. “Tiene la gran ventaja de que posteriormente se pueden hacer intervenciones, arreglos, sin comprometer el despiece, como cuando se está en un sistema reticular. Si yo busco adoquines cuadrados, si tengo que hacer una compostura ya no encuentro el mismo material”, manifestó.
Schjetnan Garduño aseguró que hay muchas ciudades del mundo que tienen sistemas irregulares de adoquines o lajas. “Me parece que es algo correcto, la armonía arquitectónica, estética y contextual del material”, citó.
Citlalli Zoé Sánchez |
El Siglo de Durango