Las Charras de La Laguna, al mando de Yolanda Reinoso de Román, fueron campeonas regionales de la Zona Norte y quedaron en el lugar 18 en el Campeonato Nacional de Escaramuzas. (Fotografías de Jesús Galindo López)
La mujer de a caballo es valiente, disciplinada, sencilla, tierna y fascinante, une a la familia charra y con su participación le da un toque femenil a esta fiesta nacional por tradición. Como un botón de muestra tenemos a la Escaramuza Charras de La Laguna, que dirige Yolanda Reinoso de Román, y de la cual forman parte sus hijas Cynthia, Ana Lucía y Valeria Román Reinoso.
“La familia Román Reinoso trae la charrería en la sangre”, así lo consideró Cynthia, la hermana mayor de las Román, pues la practican desde sus abuelos, tíos y padres.
Cynthia está consciente de la responsabilidad que implica ser la hermana mayor, pues debe cuidar de sus hermanas Ana Lucía y Valeria en las rutinas que realizan a caballo durante las presentaciones, pero a la vez se siente contenta por poderlas ayudar.
“Siempre estoy al tanto de ellas, pues en las rutinas se requiere mucha coordinación, exactitud y debemos siempre vigilarnos, echarnos un vistazo para ver cómo vamos todas”, puntualizó Cynthia Román Reynoso.
Para practicar la charrería se requiere de una fuerte inversión, sin embargo, para Cynthia vale la pena invertir, porque lo hacen por amor al deporte que las apasiona, por participar en diferentes competencias y estar en los primeros lugares a nivel nacional. “Valen la pena todos los esfuerzos que realizamos, de desveladas, trabajo y sacrificio”, reiteró la hermana mayor de las Román Reinoso.
Por su parte, Ana Lucía contó que ha montado a caballo toda la vida, desde que tiene uso de razón, pues en su familia es una tradición practicar la charrería. Tiene cinco años de pertenecer a la Escaramuza Charras de La Laguna, que dirige su mamá Yolanda Reinoso de Natera, y hasta el momento les ha ido muy bien.
Reconoció que es muy costoso practicar la charrería, sobre todo porque este deporte casi no tiene patrocinios y cada practicante debe comprar su atuendo, encargarse de la alimentación y cuidado del caballo, así como pagar veterinario, caballerango, renta de caballeriza y entrenador.
Ana Lucía monta un caballo pura sangre, cuarto de milla, palomino, de nombre Princesa, al cual considera como un equino inteligente, que le ha funcionado bien y le ayudó a ser Campeona Regional de Escaramuzas el año pasado en la Zona Norte Centro y a quedar en el Campeonato Nacional de Escaramuzas 2008 en el lugar número 18.
Valeria, la menor de las Román, admitió que por ser la más chica de las tres tiene ventajas, ya que sus hermanas aparte de cuidarlas le han enseñado a realizar los giros, y la verdad ha aprendido mucho de Cynthia y Ana Lucía. Valeria estimó que el ambiente charro es muy tranquilo, familiar, en el cual todos sus integrantes se conocen y puede tener amigos lo mismo en Tabasco que en Baja California. “Lo hermoso de la charrería es que puedes convivir con todo tipo de gente, aunque no sea de la misma edad, ni de la misma región”, precisó Valeria Román Reinoso.
Une a la familia
Yolanda Reinoso de Román, delegada de Escaramuzas en el Estado de Durango, manifestó que la escaramuza aparte de ser un espectáculo, une más a las familias y a los charros con sus esposas e hijos, además del toque de elegancia que la da a una competencia la mujer de a caballo.
Lamentó que no hay quien las apoye con patrocinios, tan sólo cuentan con la ayuda del lienzo charro del kilómetro 11-40 para realizar sus presentaciones.
n ¿Por andar en las Escaramuzas, sus hijas descuidan los estudios?
No, al contrario se dan prisa para terminar sus trabajos y estudiar, para poder asistir a tiempo a sus entrenamientos. La escaramuza las une más como hermanas y se mantienen ocupadas todo el día.
“El tener un entrenador, un horario de práctica diaria, les forma una disciplina, por consecuencia son obedientes y excelentes alumnas”, apuntó la delegada de escaramuzas.
Añadió que su esposo se siente orgulloso de que sus tres hijas sean escaramuzas, buenas cabalgantes y buenas estudiantes.
“La escaramuza es una mujer fuerte, con decisión y empuje, pero a la vez buena, tierna y humanitaria. Fui escaramuza y me encanta que mis hijas estén en el medio, por eso las apoyo”, concluyó la mamá de las hermanas Román Reinoso.
