La experiencia adquirida en año y medio en La Comarca tiene de buen humor al internacional mexicano. (jammedia)
La historia de Oswaldo Sánchez con Santos inició apenas finalizó la final del Apertura 2006.
Campeón con el Guadalajara, la directiva lagunera pugnó por el símbolo rojiblanco para enfrentar los problemas del descenso. Superado el problema, el portero y los Guerreros toman rumbo hacia el título del balompié mexicano, año y medio después.
“Vamos por el campeonato”, dice el guardameta.
Ha sido hasta su tercera campaña con el equipo dirigido por Daniel Guzmán, que Sánchez ha cubierto los cinco millones de dólares que se pagaron por su transferencia. Lesionado del hombro izquierdo, el guardameta pasó los peores momentos de la lucha contra el descenso desde el palco. Hoy día ha vuelto a ocupar el lugar del líder, capitán de Santos.
La experiencia adquirida en año y medio en La Comarca tiene de buen humor al internacional mexicano.
“Lo bonito es experimentar de todo. En mi carrera siempre he tenido la fortuna de estar en equipos que pelean por algo. Cuando llegué a Santos se peleaba por el no descenso, ahora hemos cambiado eso por una final que deseamos ganar”.
Conseguir el derecho de pelear por el trofeo de campeón implicó sufrimiento y gran tensión. A 20 minutos de quedar eliminados por el Monterrey (dos goles abajo), los laguneros se levantaron para igualar el global a tres tantos y clasificarse por mejor posición en la tabla.
“Llegamos a esta final peleando como Guerreros, nunca hemos dejado de luchar. El apoyo de la gente de esta ciudad ha sido importante, siempre han tenido la fe en nuestro trabajo y ahí están los resultados”, comentó Sánchez, quien disputará la tercera serie por el título de su carrera: ganó una y perdió una con Chivas, aunque nunca la había jugado con la ventaja de cerrar en casa.
Santos ha hecho una costumbre de concentrarse en Avándaro, estado de México, en donde se ha aislado del medio que suele incomodar a los equipos al considerarlos favoritos para llevarse el trofeo del Clausura.
“Afortunadamente estamos en Avándaro y no llega nada. Desde mi punto de vista es mejor estar así (aislados) para no distraernos y obtener lo que buscamos”, añadió.
Por el momento hay poco que decir de Cruz Azul. “Es un gran rival que venció a otro buen equipo como San Luis. Merece nuestro respeto”, diplomáticas palabras del guardameta, quien se apoya en la experiencia de casi 15 años de carrera.
“Siempre va a ser importante la experiencia de gente que, como en mi caso, ha jugado este tipo de instancias, pero los elementos que están aquí tienen la capacidad para hacerlo y ganar. Estamos muy tranquilos en ese aspecto, sabedores de que el domingo definimos todo aquí con el apoyo de nuestra gente”, explicó Oswaldo, el hombre que llegó a la Comarca a días de haber conseguido el título del futbol mexicano y quien espera repetir la historia, con la casaca albiverde y el título de “Santo” recuperado.