En 2008, la Procuraduría de la Familia de Coahuila, concretó la adopción de 127 pequeños, y 33 de ellos vivían en orfanatos o albergues, según informó María Teresa Araiza Llaguno, titular de esta dependencia.
Ayer martes, la procuradora presentó un informe en materia de adopciones. Señaló que las reformas al Código de Procedimientos Civiles del 28 de diciembre de 2007 dieron resultado al facilitar y agilizar este proceso legal.
Las reformas fueron promovidas por el Gobierno del Estado y apoyadas por el Congreso, y en consecuencia los juicios para la pérdida de la patria potestad que en algunos casos son el paso previo para concretar una adopción, ahora se resuelven de manera ágil.
“Ya quedó atrás que los procedimientos judiciales de esta índole terminaban siempre por ser turnados a una segunda instancia para su revisión, con lo que los menores en espera de ser acogidos por una nueva familia debían aguardar en los albergues por largos periodos, de seis meses a un año”, dijo la procuradora.
En la actualidad, agregó la funcionaria, están en proceso de revisión un promedio de 320 solicitudes de adopción, “y es obligación del Gobierno del Estado garantizar que los niños se integren a mejores hogares y sean cuidados por buenos padres”.
De acuerdo al registro de la Procuraduría de la Familia, en Coahuila existen alrededor de 600 niños en albergues al cuidado de instituciones de beneficencia, pero aclaró que no todos son candidatos a ser adoptados.
Y es que un 50 por ciento de esos niños sí cuenta con padres que ven por ellos y están al tanto de su situación, mientras que unos 280 fueron internados luego de haber sido rescatados de sus casas, en donde recibían malos tratos, abusos y omisiones de cuidado.
La funcionaria señaló que el objetivo de la Procuraduría no es alejar a los niños de sus padres y por eso, en casos de maltrato, la última opción es la adopción, pues primero se hace el intento de que las familias sean funcionales para que estén en condiciones de cuidar a los pequeños.