Algunos alcaldes de La Laguna resultaron igual que muchos contribuyentes que se les “olvida” cumplir algunos trámites municipales. El de Torreón, José Ángel Pérez, llevaba cinco años sin pagar el predial de un terreno. La revelación significa que don José Ángel compitió por la alcaldía y estuvo dos años al frente del Municipio sin pagar el impuesto, cosa que no se ve bien, máxime cuando una de las metas de su Administración ha sido abatir el rezago del predial. El alcalde argumenta que, como sus socios en el predio no se ponían con el dinero, pues él tampoco, hasta que fue balconeado, pero que en todo lo demás es muy cumplido. En Lerdo, Carlos Aguilera anduvo un mes con el permiso de circulación vencido en su Suburban, al parecer sin darse cuenta de que la caja para pagar el trámite estaba a la vuelta de su oficina. Quién sabe si don Carlos ya fue a plaquear el vehículo o si va a seguir la vieja costumbre lagunera de sacar permiso tras permiso para no pagar tenencia. Hasta ahora parece que Ricardo Rebollo no debe nada en Gómez Palacio, pero ya no sorprendería si de repente sale con veinte multas de parquímetros que no ha pagado, para ponerse a tono con el resto de la orquesta.
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Antes de que los diputados locales metan una iniciativa de Ley para cambiarle el nombre al Estado “Coahuila de Zaragoza” por el de “Coahuila de Moreira”, el gober don Humberto salió al paso de la controversia generada porque un jardín de niños, un centro para adultos mayores y una casa-hogar fueron bautizados con los nombres, respectivamente, de su madre, Evangelina; su esposa, Vanessa, y su hija, Alba. El gober dijo que él ni sabía que tales lugares llevarían los nombres de sus familiares hasta que los fue a inaugurar y que no lo promueve ni está de acuerdo. (Eso no se lo cree ni doña Vanessa.) La cuestión es que el gober no procedió a pedirles a los alcaldes que andaban de oficiosos haciéndole la “barba” que le quitaran los nombres, para que no se viera como que nos metieron en un túnel del tiempo hacia el priismo de los años cincuenta. El centro de adultos mayores en Progreso fue bautizado como “Vanessa Guerrero de Moreira” menos de un mes antes de que doña Vanessa asumiera las riendas del DIF estatal. La casa-hogar “Alba Elena Moreira” fue un intento del alcalde de Monclova, Pablo González, de quedar bien con el gober. Mientras que el jardín de niños “Evangelina Valdés de Moreira” es el que mejor se explica dada la trayectoria de más de medio siglo que tiene doña Evangelina en el magisterio. Obviamente, la información sobre estos lugares, siempre necesarios para los habitantes del Estado, ya no gira en torno a que hay nuevos lugares de atención a adultos mayores, huérfanos o niños, sino a la imagen de república bananera que dan las autoridades. (Y eso de la “barba” sigue dando, ahora con el nuevo dirigente de la CNC, Ramón Verduzco, destapando al gober para la Presidencia en 2012. Ya párenle). Por cierto, hablando de la cuestión populista, muy cerca estuvo el dirigente de la Coparmex en la peronera capital, Jorge Verástegui, de comparar al gober Moreira con el ex presidente Luis Echeverría, al criticar programas del Gobierno Estatal como las “farmacias de la gente” cuando, dijo, don Luis había demostrado que el Gobierno no es buen empresario. ¿De veras se parecerán?
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Duro revés dio la Suprema Corte de Justicia al Municipio de Torreón al fallar en su contra por una controversia constitucional contra el Estado. El detalle es que la Administración municipal que perdió el juicio fue la de Guillermo Anaya. En efecto, la Corte desechó la controversia presentada en 2005 por el entonces alcalde contra el Instituto Coahuilense de Acceso a la Información al argumentar que se empalmaba con un instituto municipal creado con el mismo fin de la transparencia. El fallo es, a estas alturas, anecdótico, pues el instituto municipal desapareció como tal luego de reformas constitucionales en la materia. Pero nuestros subagentes disfrazados de abogados honestos (batallaron para encontrar el disfraz) comentan que si en estos días la Corte está resolviendo controversias que datan de 2005, falta bastante tiempo para que lleguen al expediente que todos esperan, el del litigio del Municipio contra la vicegubernatura de Desarrollo Regional. Al paso que van, resolverán el caso cuando haya nuevo gobernador y nuevo alcalde.
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Finalmente terminó el paro de recolección de limpieza en Gómez Palacio luego de cinco días en que los trabajadores de la empresa Proterra dejaron de trabajar denunciando malas condiciones de trabajo. A unas semanas de que se cumpla un año de la concesión del servicio, Proterra dejó una mala imagen al no haber anticipado que había problemas internos en su personal. La huelga agarró a todo mundo desprevenido y el alcalde Ricardo Rebollo tuvo que movilizar a duras penas algunas chatarras que le quedaron por ahí para que recogieran la basura. Directivos de Proterra se aferraron de la versión de que el paro fue orquestado para dañar la imagen de la empresa, aunque todavía quedan algunas dudas por explicar, como el asuntillo de la “cuota sindical” que aparece en los recibos de nómina de los empleados de la misma cuando éstos ni están organizados en un sindicato. Todo esto debe considerarse como preludio para lo que se vendrá en Torreón al momento de renovar la concesión, porque si es cierto que esto tiene que ver con la competencia entre PASA y Proterra, es cuestión de tiempo antes de que Proterra responda con algún numerito.
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La violencia no llegó a la elección de coordinador de la Universidad Autónoma de Coahuila, contrario a lo que muchos esperaban dada la serie de episodios de intolerancia que sucedieron en los días previos y la nómina cambió tranquilamente de manos. Manuel Martínez se alzó como ganador contra el ex delegado de la Procu estatal, David Cázares a quien, según nuestros subagentes disfrazados de maestros aviadores, le dieron un “estate quieto” de parte de las huestes del gober Humberto Moreira, cuyo apoyo presumía don David. Y es que el ex candidato renunció a la delegación de la Procuraduría cilindreado con la esperanza de ganar la coordinación universitaria luego de la talacha que había hecho a favor de la campaña del gober. Don David quedó en plan de Peje López Obrador impugnando los resultados y anunciando un amparo contra los resultados, que favorecieron a don Manuel como por tres a uno (carro completo, pues, para no perder la costumbre). Curiosamente, las urnas de la Facultad de Derecho, donde estaba el principal apoyo de don David, fueron las últimas en llegar a los escrutadores; llegaron dos horas después que al resto de las casillas, lo cual da pie a pensar si los futuros abogados no estaba haciendo algunas travesuras. La campaña estuvo manchada por supuesto proselitismo de parte de empleados de la delegación de la Procuraduría y nuestros subagentes reportan que la Secretaría de la Función Pública abrió una investigación en torno al delegado Carlos Centeno, por el supuesto uso de recursos a favor de su antecesor. Corresponde ahora a don Manuel comprobar que merecía ganar la coordinación y elevar la calidad de la universidad.
