El asunto del Centro Histórico le está saliendo “mocho” a los funcionarios municipales involucrados en la planeación y negociación. Por un lado, como se había comentado, le van a quitar cajones de estacionamiento a las calles donde van a hacer los paseos peatonales sin tener aún el lugar para compensarlos a pesar de ideas que traen algunos dueños de predios, y al menos uno depende de que el Alcalde le dé una cita (dénsela, no sean gachos). Pero la otra revelación es que el proyecto fue autorizado, ya está el dinero y el diseño, pero todavía no está la negociación con los ambulantes. Tras un año de pláticas, da la impresión de que los vendedores nada más están mareando al secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss, y no hay visos de que vayan a aceptar el acuerdo. Don Rodolfo sólo tiene que caminar unos pasos a la oficina de otro vicealcalde, Alfonso Tafoya, el asesor político de José Ángel Pérez, para preguntarle cómo le fue cuando negoció el “Pabellón Hidalgo” de la Alianza en tiempos de Guillermo Anaya. En ese entonces también había proyecto autorizado, dinero etiquetado y un diseño... y nada. El plan de reubicar los ambulantes se murió por falta de acuerdos. La pregunta que en la Presidencia no han respondido es si tienen otras opciones sobre la mesa, como el desalojo, y si don José Ángel está dispuesto a aventarse el tiro político.
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Los tres alcaldes de la Comarca Lagunera firmaron el convenio para la mentada zona metropolitana que, según esto, nos va a traer varios millones de pesillos para proyectos que todavía nadie tiene, a pesar de que los municipios de La Laguna cumplen más de cien años unidos y como que ya es tiempo que alguien identifique las urgencias comunes. El detalle es que, ahorita, el convenio firmado vale sólo lo que la hoja en que está escrito, pues aún no se crea el fideicomiso requerido por la ley para recibir el dinero. Y aquí empieza el problema, pues el fideicomiso debe estar aprobado por los congresos estatales de Coahuila y Durango, y ya se sabe que allá en las capitales son medio lentos cuando se trata de asuntos laguneros. La fecha para presentar los proyectos es en marzo, así que hay cierta urgencia, aunque no hay riesgo de que se pierdan. Merecen reconocimiento los curulecos federales de La Laguna, Javier Guerrero, Jesús de León y Carlos Bracho, que se pusieron a chambear para que se aprobara el dinero. Como se sabe, éstos son los coahuilenses, porque a la duranguense, la diputada Leticia Herrera, no se le ha visto por ningún lado. Ahora nomás falta que los municipios respondan y ya el director de Planeación de Torreón, Jorge Núñez, anda desquitando el sueldo con los diferentes proyectos, por lo que también es menester reconocer que fue el más activo a la hora de poner a todos los alcaldes en sintonía. Por cierto, en la ceremonia de firma, el alcalde de Lerdo, Carlos Aguilera, no se acordó cómo se llamaba don Javier, a pesar de que fue uno de los promotores del proyecto. Ése es el espíritu de unidad lagunera.
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Estuvo bueno el regaño que le recetó el gober Humberto Moreira a su secretario de Finanzas, Jorge Torres, por la negativa de éste de pagarle a algunos constructores que traen obra con el Estado en Torreón. Las quejas públicas de uno de ellos, Víctor Tumoine, que maneja varias obras estatales, entre ellas la carretera La Unión-La Partida, llegaron a oídos del Gober, junto con algunos chismecillos que contaban que don Jorge andaba comentando que no le iba a pagar a don Víctor, pasando por alto que había un contrato y una obligación, pero ya se sabe que eso del compromiso es un concepto no que los funcionarios públicos no dominan muy bien. El caso es que, cuentan nuestros subagentes, el Gober le reclamó al tesorero y le leyó la cartilla en una reunión de Gabinete, preocupado porque la falta de pagos tienen atrasada obra que quiere presumir y no puede. Además del hecho de que don Víctor anda muy movido en círculos “ipecos” que el Gober no ha podido ganar. Ojalá don Jorge haya entendido el mensaje y desatore los pendientes que trae aquí y que nomás dan pie a pensar que en la peronera capital no les importa La Laguna.
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Al parecer, hay algunas fisuras ideológicas de base (para usar lenguaje de izquierda) en el clan Moreira. Se recordará que el gober Humberto presume mucho su amistad con el ex presidente y padrino de boda, Carlos Salinas de Gortari, a quien ha calificado como uno de los más grandes presidentes que ha tenido el país (¿cómo estarán los otros?) Pues bien, resulta que el jueves pasado el jefazo del PRI y hermano cómodo Rubén Moreira se fue con un contingente de dos mil campesinos a la capirucha del esmog a unirse a la protesta nacional contra la liberación de aranceles de productos agrícolas en el Tratado de Libre Comercio. Dice don Rubén que ellos marcharon contra la política agraria del Gobierno Federal, pero no se puede separar una cosa de la otra tan fácilmente, pues todas las protestas se inscribieron en el marco del repudio al TLC. Pero el Tratado es, como se sabe, el bebé consentido del sexenio salinista, por lo que no se explica cómo es que el Gober le echa flores al ex presidente mientras su hermano anda en las marchas que repudian uno de los capítulos clave de ese Gobierno. ¿Cómo andará la sintonía ideológica en la familia Moreira? Ésa es la pregunta que se hacen nuestros subagentes, quienes, sin embargo, tienen una teoría más sencilla, que postula que a don Rubén le gusta andar en el borlote agarrando banderas de lo que sea con tal de ser la quinceañera en el baile.
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Pasando a las grillas empresariales, algunos organismos de “ipecos” andan en época electoral y ya se calienta el ambiente en la renovación del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada, que deja el ya mencionado Víctor Tumoine. El que anda calefacto para ocupar la presidencia del CLIP es el actual presidente de Coparmex, Fernando Royo, con el reto de quebrarle el espinazo al afán que tienen los dirigentes del empresariado lagunero de dividirse en cotos de poder y armar “clubes de Toby”, cuyas divisiones sólo contribuyen a que ninguna autoridad les haga caso. La vacante que dejará don Fernando en Coparmex también deberá ser cubierta y se menciona al empresario Jorge Guajardo y al ex banquero Federico Ramos, que en caso de que se les haga, también van a tener que cargar con el mismo estigma de una IP lagunera susceptible de ser enfrentada por los grillos.
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