Con retraso (ya es costumbre), pero ya vienen los cambios en el equipo del alcalde José Ángel Pérez. Los subagentes en la Presidencia Municipal comentan que el director de Servicios Públicos, Carlos Gregorio Ramírez, se muda a la oficina del director jurídico del Municipio, en lugar de Roberto Robles Medrano. Aparentemente, don Carlos ya empacó sus cosas, pero dejó prendida la luz de su oficina, igual que lo hace con el alumbrado público en pleno mediodía. También la dejó prendida para que se instale ahí el jefazo de Inspección, Heriberto Martínez, quien ahora estará encargado de Alumbrado, Parques y Jardines y Limpieza, precisamente algunas de las cosas que más padece la sufrida ciudad. Esperamos que don Heriberto se ponga con el alumbrado igual de feroz que como sus inspectores se ponían con los antros y restaurantes, aunque es de dudarse, porque es bien sabido que las farolas (recién pintadas de azul panista) no dan “moche”. A pesar de todos estos cambios, don José Ángel ha dicho que no va a despedir a nadie ni a dejar a nadie desprotegido porque quiere mucho a sus colaboradores. O sea que el Alcalde seguiría amparando en la sagrada nómina a cualquier incompetente nomás por que es cuate. Eso sí es celebrar el 14 de febrero.
* * *
En los establos laguneros anda el rumor de que la migración a Gómez Palacio del Encuentro Nacional de Ganaderos Lecheros (Engalec), uno de los eventos que dan a la Comarca realce en el país, se debe a que los ganaderos andan sentidones con el gober Humberto Moreira porque no sienten que le pone atención al sector. Nuestros subagentes disfrazados de vacas lecheras alegan que los ganaderos sienten que el de Durango, Ismael Hernández Deras, se preocupa un poco más y que por lo tanto el siguiente encuentro abandonará las instalaciones del Tec de Monterrey para pasarse a Gómez y llevarse allá a más de mil ganaderos de todo el país y otras partes del mundo, así como su expo y ciclo de conferencias. Así que éste es otro grupo que don Humberto deberá trabajar para quitarles la bien fundamentada idea de creer que en Saltillo no pelan a La Laguna.
* * *
El dicho de que “todos los caminos llevan a Roma” no aplica en Torreón, en donde a Roma se llega sólo por la carretera a San Pedro, de modo que en la inauguración del “Coliseo Centenario”, uno de los aspectos que dejaron el evento para los libros de historia, fue el embotellamiento más grande que se ha visto en la ciudad. Y es que mientras las autoridades de Coahuila y Torreón son bastantes rápidas para colgarse las medallas y apuntarse en los créditos, no lo son tanto a la hora de facilitarle las cosas a los que se ponen con la lana. La inversión millonaria del centro de espectáculos, sin duda benéfica para la ciudad, no se vio acompañada de un esfuerzo de las autoridades por hacerle la vida más fácil a los ciudadanos que usan el lugar. Es el caso del acceso que fue bloqueado mediante un amparo, en donde el Municipio no pudo hacer nada y el Estado tampoco, pues ahora el asunto está en manos del Ministerio Público. El ya célebre embotellamiento no fue aliviado ni siquiera con la presencia de una docena de agentes de tránsito, principalmente porque todos los “cuicos” estaban en el mismo lugar, el cuello de botella responsable de la congestión. Es ya bastante recurrente que, habiendo gente local y foránea dispuesta a meterle dinero a proyectos, las autoridades les brinden todas las dificultades para hacerles la vida de cuadritos, dejándoles sólo el desahogo de las mentadas.
* * *
Por cierto, la grilla no podía faltar en la inauguración del Coliseo. Aunque el “Gobierno de la Gente” se puso como patrocinador de eventos, el gober Humberto Moreira no se paró en el corte del listón y mandó a la secretaria de Turismo, Hilda Flores, y al vicegobernador, Eduardo Olmos a hacerlo en su nombre. Pero como una de las ventajas de vivir entre dos estados es que siempre hay un gobernador dispuesto a inaugurar algo, el de Durango, Ismael Hernández Deras, se dejó venir para apuntarse en otra ceremonia ya por la tarde. A ver si no le ponen una controversia constitucional por andar cruzando territorios. Obviamente ahí andaba el alcalde José Ángel Pérez, y uno de sus antecesores priistas, el bien peinado Carlos Román Cepeda, que también hizo el paseíllo, y el que, dicen, pronto partirá plaza y firmará la nómina en el Congreso del Estado. De los notables en el candelero, se vio al ex alcalde, senador, primer compadre y secretario general del PAN (todo en uno), Guillermo Anaya, buscando alguna cara conocida en la larga fila que se armó a la entrada, a ver si se podía meter por ahí, porque en la “bola” no se sabía quién era quién.
* * *
Y hablando de don Memo, la auditoría que el Congreso de Coahuila le recetó a las cuentas del Simas durante su Administración municipal, ya ha sido concluida, pero es guardada como secreto de Estado en el cajón del jefazo de los curulecos, Horacio del Bosque. Dicen las malas lenguas en la peronera capital que “Lacho el Feroz” prefiere esperar un momento más propicio para soltar los resultados. Más propicio significa, más cercano a las elecciones, para dañar al PAN, pues al parecer el PRI piensa que el PAN solito no se hace demasiado daño con las broncas internas que traen y necesitan algo de ayuda. No le importa a Lacho y a su jefe, Rubén Moreira, que guardando los resultados de la auditoría, que probablemente costó un dineral al pueblo, sólo el PRI, salga bien servido. La auditoría puede ser más útil ahora que el gober Humberto Moreira tronó contra los delegados federales en Coahuila quienes, como se sabe, son advenedizos que le deben la chamba a don Memo y el Gober ya los trae atravesados, lo cual no es bueno cuando don Humberto tiene fama de buscar polémica. Pero también puede ser que las huestes del Gober busquen alguna negociación con el primer compadre para darle carpetazo al asunto. Uno en política nunca puede desestimar las teorías más descabelladas, porque casi siempre resultan ciertas.
* * *
El sector obrero del PRI anda medio esquizofrénico, pues mientras en la peronera capital una comisión de la CTM votó para botar al eterno dirigente en Torreón, Leobardo Flores Ávila, éste dice que a él no le han avisado y que sigue comandando la central obrera que ha caciqueado durante más de 40 años, (lo envidiaría Don Porfirio) bloqueando de paso inversiones para la ciudad. Don Leobardo cayó de la gracia de la nueva dirigencia tricolor y del líder cetemista en Coahuila, Tereso Medina, que orquestó la caída con la bendición de otro dinosaurio, el jefazo de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe. Pero don Leobardo es un viejo lobo, e insiste en que estará despachando hasta que se muera, aunque desde hace años no es capaz de entregarle al tricolor la cuota de votos que justificaría su permanencia. De modo que los cetemistas “fieles” a las canonjías leobardianas, se preparan para un enfrentamiento, pues no es posible que todo el aparato de la central obrera no sea capaz de quitar a un líder cuando se lo propone.
Quejas y comentarios: agente007@elsiglodetorreon.com.mx
