El que anda campante como si nada hubiera pasado en el Registro Público de la Propiedad es su ex director en Torreón, José Luis Dovalina, que hace como si no existiera la investigación que arrojó una diversidad de irregularidades durante su paso por el Registro. Cuentan nuestros subagentes que don José Luis ha logrado zafarse bonito del proceso y se da el lujo de ignorar olímpicamente los citatorios, pues comentan que goza de la protección de altos mandos de la Procu estatal. No sólo eso, sino que anda fuerte el rumor de que en la dependencia impera más desorden y corrupción. “Peor que con Dovalina” es la frase que se oye cada vez más entre los notarios, lo cual ya es mucho decir. Afirman los subagentes de este su 007, que don José Luis anda pegado con el grupo que maneja el Registro en estos días, encabezado por Armando Hoyos. Éste es el mismo grupo al que pertenecen David Ortiz Polanco y Carlos Centeno, que presiden desórdenes similares en la Junta de Conciliación y Arbitraje y la delegación de la Procu estatal, respectivamente, y que se arrimaron desde temprano a la campaña del gober Humberto Moreira. Tres años después, por lo visto, el “Gobierno de la gente” está más interesado en sostener a este grupo político que en la seguridad jurídica de los ciudadanos, que al parecer “han nacido para callar y obedecer y no para inmiscuirse en las altas cosas del Gobierno”.
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Algunas fisuras se notan ya en el PAN de Coahuila, con la bronca entre los delegados del senador Guillermo Anaya (perdón, de las dependencias federales) en Coahuila y el jefazo del blanquiazul estatal, Jesús Flores Morfín. Como ya se había comentado, don Chuy salió a oponerse a la idea de crear una asociación de delegados en Coahuila para defenderse de los embates del gober Humberto Moreira. Como se sabe, los delegados son incondicionales del primer compadre don Memo y ahora resulta que no les gustó que don Chuy saliera a desconocer la idea de la asociación. El desencuentro es tal, que uno de los delegados dijo que la idea había salido del propio don Chuy y fue descrita en términos impublicables. El caso es que, con estas broncas internas, difícilmente el blanquiazul va a poder hacerle frente a la maquinaria del clan Moreira. Don Chuy, que es especialista en robótica, debería echarle un vistazo a esa maquinaria que parece, precisamente, un robot bien programado.
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El alcalde José Ángel Pérez finalmente logró parir los cambios en su equipo de trabajo, pero como si fueran chayotes, de los de cáscara de espinas. Una vez aleccionados los ediles revoltosos, el Cabildo le avaló todos los cambios excepto el paso de Horacio Ibarra a la dirección de Servicios Generales, encargada de la administración de los recursos humanos y materiales del Municipio. Esto frustró el cambio del jefazo de Servicios, Fernando Zertuche, a la dirección de Pensiones. Nuestros subagentes en la Presidencia Municipal comentan que la promoción de don Horacio fue impulsada por el presidente del PAN, Manuel Villegas, aparentemente sin darse cuenta que don Horacio es ampliamente aborrecido por los trabajadores sindicalizados y que si ya tenía broncas como director de Recursos Humanos, peor las iba a tener al pasar a administrar todo el paquete. Total que ahí no hubo movimiento y don José Ángel tuvo que pasar el trago amargo preguntándose en qué tipo de broncas lo anda metiendo su regidor consentido. Y no era un buen regalo de cumpleaños para el Alcalde, que armó una fiesta con casi doscientas personas entre empresarios, funcionarios y grillos diversos de ambos lados del Nazas, que se dieron cita en un fraccionamiento de la carretera a San Pedro para celebrar los cincuenta años de don Ángel con una parrillada. Nuestros subagentes disfrazados de meseros, comentan que el ambiente fue muy cordial y que incluso hubo poca discusión de las grillas que consumen en estos días a la región. De modo que lo más relevante fue que varios salieron con gripe por el frío que estaba haciendo en la fiesta al aire libre. Ésa es buena planeación.
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Ahora parece que el mundo está al revés. Con tanto que desde el Gobierno del Estado han advertido sobre el deterioro de la seguridad en Coahuila, tres de los cinco alcaldes de municipios beneficiados con recursos extraordinarios de la Federación rechazaron firmar el convenio para recibir ese dinero e inyectarlo en sus corporaciones policiacas. Lo curioso, dicen nuestros subagentes que estuvieron en la firma del convenio, es que los alcaldes rejegos son del PRI, los de la peronera capital, Monclova y Piedras Negras. Sólo el panista de Torreón, José Ángel Pérez, y el de Acuña, Evaristo Lenin Pérez, que es de la Unión Democrática Coahuilense, sí estamparon sus poderosas. Los tres alcaldes tricolores salieron con el cuento de que no sabían bien cómo estaba el manejo de la lana, pero debe ser porque les dio flojera viajar a la capirucha del esmog la semana pasada donde hubo una reunión informativa con la Secretaría de Seguridad Pública. Para como andan los tiempos, no es momento de ponerse moños cuando se trata de dinero para seguridad. Nuestros subagentes se preguntan si los tres no firmantes fueron cilindreados por el gober Humberto Moreira o son de iniciativa, que son los más peligrosos.
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Y hablando de las cuestiones en el Municipio, los genios en Desarrollo Urbano y Vialidad al parecer utilizan el nuevo sistema de semáforos para poner más y más, pues no apenas terminan de arreglar una vialidad cuando ya le están poniendo las señales. Es el caso del nuevo bulevar María Montessori, en El Tajito, que durante semanas funcionó con un crucero de cuatro altos, pero no se aguantaron la tentación y ya le pusieron un semáforo, atorando el tráfico en la vialidad que sirve como desfogue de la carretera a San Pedro. Ésta, como se sabe, es otro caso, pues ahí nomás es necesaria una queja para que se pongan bordos o semáforos. Ya el jefazo de Ingeniería de Tránsito, Francisco Torres, admitió cándidamente que en la ciudad los bordos están fuera de control y que el Municipio cede a las demandas de vecinos sin realmente evaluar si son necesarios. Buen dinero debió haber costado el estudio de vialidad que según esto encargó el Municipio como para que las cosas se sigan haciendo al aventón y con criterio de rancho grande.
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El que anduvo por estas tierras fue el jefazo de los curulecos locales, Horacio del Bosque, quien de lo más tranquilo explicó que tiene guardada la auditoría de las finazas del Simas en los tiempos de Guillermo Anaya y no se ha dado a conocer porque “no estaban dadas las condiciones de la presencia de los diputados”, frase cuya traducción a simple castellano significa que los curulecos no habían ido a trabajar. Claro que a estas alturas no sorprende que los representantes populares (es un decir) no vayan a jalar, pero admitirlo es ya un avance en cuestiones de transparencia. Lástima que no se pueda decir lo mismo de los resultados de la auditoría, que a pesar de la admisión de don Horacio, sigue bajo llave, sin importarle que el Congreso estatal se gastó dinero público y que lo menos que pueden hacer es darla a conocer. Pero al legislador no le interesa mucho, pues ya dijo que como no hay plazo legal para hacerla pública, pues se va a tomar su tiempo. “Lacho el Feroz” también aprovechó la visita para advertirle al Municipio que si no trabaja bien el asunto de la concesión del servicio de limpieza, el Congreso del Estado podría meter las manos, lo cual, seguramente, no va a ser bien recibido entre las huestes del alcalde.
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