El asunto de la regularización de Zaragoza Sur, se le está haciendo “engrudo” a las huestes de la Secretaría de Desarrollo Regional, porque ha empezado a “aflorar” el acaparamiento de terrenos que durante años se dio a manos de los conocidos líderes Gustavo Rodríguez y Rosa Pérez que pese a supuestas advertencias que recibieron de no meter las manos en el proceso, siguen cobrando las cuotas rezagadas a los posesionarios para poder inscribirlos en la regularización, lo mismo reciben 50 que cien pesillos. Dicen nuestros subagentes disfrazados de paracaidistas que ni el censo realizado en septiembre del año pasado por gente del Instituto Estatal de la Vivienda y tampoco el que se hizo hace dos semanas, dizque para validar datos, son confiables, pues los experimentados “maquillistas” hicieron bien su trabajo de manera que lo de menos fue cambiar nombres y apellidos. Por la poca transparencia con la que se está manejando este proceso en el que a todas luces se busca beneficiar a los priistas, corre el riesgo de que resulten cientos de posesionarios resentidos, inconformes y humillados que le cobren la factura al PRI en las próximas elecciones para diputados locales en el Distrito 12, considerado por el Gobierno del Estado el más seguro de ganar.
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Las apuestas se dividen ya respecto al futuro de la Secretaría de Desarrollo Regional y quienes la encabezan, a causa de la salida de Eduardo Olmos Castro que contra su voluntad, se irá a contender por el 12 Distrito Electoral llevando como suplente al actual regidor Shamir Fernández. Algunos aseguran que de ganar, el vicegobernador no encabezará el Congreso del Estado, sino que va a llegar a tocar base un tiempo y luego pedirá licencia para regresarse a contender en las próximas elecciones a la alcaldía de Torreón. Otros dicen que será exiliado como uno más de los diputados locales. Mientras son peras o manzanas el futuro no se ve claro para el subsecretario de Obras Públicas Gerardo Berlanga, el secretario técnico Lauro Villarreal y por lo menos diez colaboradores que cobran en la nómina estatal.
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Sumamente cuestionado llega a la Sala Regional del Tribunal Superior de La Laguna, el recién nombrado magistrado Francisco Gómez Gómez, sobre quien pesa una serie de casos extraños que lo han llevado a prisión al menos en un par de ocasiones. Resulta que “Pancholín”, como le apodan en San Pedro de las Colonias a este abogado, en 1996 estuvo preso durante una semana tras ser acusado de uso indebido de funciones, al parecer en un pleito agrario donde participaba como litigante. Posteriormente, hace alrededor de tres meses, el nuevo magistrado volvió a parar en la cárcel. Sin embargo, Gómez Gómez la libró en ambos casos y al parecer entregó al Congreso del Estado documentos donde las mismas autoridades judiciales lo habían absuelto de haber cometido delitos, por lo que en la sesión del Congreso Estatal de este martes, donde rindió protesta como nuevo magistrado, “Pancholín” se la pasó extendiendo explicaciones por todos lados en un intento por convencer a los legisladores locales que está limpio. El colmo fue cuando en una entrevista banquetera con los reporteros de la fuente legislativa, Gómez hasta puso cara de tristeza cuando aseguró que por los dos casos en que ha estado en prisión ha sido víctima de un sistema judicial injusto, es decir, trató de pasar de magistrado con larga cola a víctima de la justicia que ahora representará. Pero lo que todo mundo en el Congreso local se pregunta, es la forma en que “Pancholín” se ganó la confianza del gober Humberto Moreira para ser propuesto como candidato a magistrado. La duda sigue flotando en el aire y sólo se sabe que el nuevo magistrado ha sabido inclinarse oportunamente para el lado de la marea, pues primero fue fiel seguidor de Raúl Sifuentes, en la época de bonanza de la ahora desvencijada burbuja, después pasó a formar parte de las huestes de Javier Guerrero García y más tarde, cuando se percató que por ambos lados había andado errado, se sumó al trabajo político que se hizo para impulsar la candidatura del ahora gobernador.
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Al parecer a los perredistas les vino bien la visita de don Porfirio Muñoz Ledo la semana pasada y han optado por dejar sus diferencias de lado. Cuentan nuestros subagentes vestidos con camisas del Che Guevara que en las últimas reuniones y asambleas se han dejado ver juntos liderazgos que anteriormente trabajaban por su cuenta como Abundio Ramírez, Ricardo Mejía, Beatriz Granillo, entre otros. Ahora todos participan juntos y en armonía. Ellos aseguran que el partido se ha consolidado y que van todos por un mismo objetivo, que es el de posicionar al PRD en Coahuila, que buena falta les hace por que en el estado simplemente el partido no existe. Aunque don Porfirio acusó al gober, Humberto Moreira, de quererse piratear a sus mejores cuadros, sin embargo no dio nombres de los elementos más codiciados y nuestros subagentes no han logrado descubrir a qué destacado perredista quiere convertir Moreira en priista, lo cual no sería difícil, ya ve usted que todo mundo lleva un pequeño priista en el alma, y en el PRD es más debido a la genética.
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Todo parece indicar que la nueva dinámica del Gobierno de Durango para remover funcionarios es avisarles hasta el último momento. Así le sucedió al hoy ex subsecretario de Educación en La Laguna de Durango, Federico de Jesús Sánchez Galindo, quien no supo el motivo por el cual había sido citado la mañana del lunes 10 de marzo en Casa de Gobierno donde frente a sus ojos y sin decir “agua va” lo removieron de su cargo. En esa ceremonia el secretario de Gobierno, Oliverio Reza Cuéllar, nombró por disposición del gobernador Ismael Hernández Deras a Gerardo de Lira Cabral como nuevo encargado de la educación. Apenas la semana pasada fue “víctima” de esta táctica el joven Pedro Herrera que fue destituido como subsecretario de gobierno en La Laguna y se enteró al 20 para las doce de su cambio. Así también removieron el lunes a Héctor Valdés Gutiérrez de la Jurisdicción Sanitaria II, quien de plano ni se apareció en la ceremonia. Debido a esta estrategia, ahora los funcionarios de La Laguna de Durango se ponen a temblar cada vez que los citan a un evento con el secretario de Gobierno porque no saben si van a perder la chamba y por ende dejar de cobrar en la sagrada nómina.
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Francisco I. Madero es un Municipio en el que aparentemente no pasa nada, pero esta calma esconde una serie de irregularidades que se cometen en el Ayuntamiento, la nómina está llena de familiares de los regidores y funcionarios públicos, la mayoría de ellos son aviadores que ni siquiera saben en cuál dependencia están registrados, pero puntualmente cada quincena reciben su sueldo, hace algunas semanas causó revuelo un reportaje publicado en este medio de comunicación que después de unos días todo volvió a la calma gracias a la complicidad de las autoridades que se supone deben investigar estas irregularidades. Cuando se hizo el señalamiento público en el Congreso del Estado se anunció que los diputados locales de esta región integrarían una comisión especial para investigar y se designó al diputado sampetrino Jorge Abdala como el encargado de dirigir la investigación, pero este legislador se volvió ojo de hormiga para no dar información si es que la tiene, porque dicen nuestros subagentes disfrazados de priistas, que el diputado está más interesados en el desarrollo del proceso interno que vive su partido con miras a la renovación del Congreso, al que ya lo dijo el alcalde Nicolás Muñiz cuando se le preguntó por los aviadores “esto sucede en todos los Municipios” será por eso que nadie investiga.
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