Al menos una docena de espectaculares y pintas en bardas ha aparecido en las últimas dos semanas pregonando que “el PAN transforma Torreón”. La campaña fue ordenada por el Comité Municipal del blanquiazul y se basa en el concepto muy panista que postula que antes de que ellos llegaran al poder el país estaba hecho un desastre. La campaña omite mencionar a todas las otras fuerzas que han contribuido a construir y transformar la ciudad, pues habría que señalar que de los cien años de Torreón, sólo ocho han sido bajo gobiernos del PAN, de modo que los empresarios, agrupaciones sociales, universidades, grupos ciudadanos no han hecho gran cosa para transformar Torreón. Pero eso es lo de menos cuando se trata de “posicionar” al partido, como dice el jefazo municipal blanquiazul, Manuel Villegas, para demostrar que el PAN “gobierna y gobierna bien” con la Administración del alcalde José Ángel Pérez. Quién sabe si don Manuel quisiera decir eso, cuando la ciudad padece problemas de fondo para los cuales la autoridad no parece buscarle solución y sufre rezago en infraestructura e inversión así como pérdida de empleo. Evidentemente, la campaña está vinculada a las elecciones de diputados locales en octubre próximo, pero en ciertos círculos panistas, concretamente en el comandado por el senador y primer compadre, Guillermo Anaya, hay preocupación de que don José Ángel está tomando el membrete, dejando fuera a los demás grupos que son incapaces de llamarlo a cuentas dentro del partido. Por cierto, la campaña fue armada por el encargado de finanzas del Comité Municipal, Julián Jaime, que también cobra como director de Fomento Económico del Municipio y al parecer tiene mejores cosas que hacer que buscar las inversiones que permitan, en efecto, transformar Torreón.
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En Gómez Palacio, por otra parte, la tarea de transformar la ciudad dura, siempre y cuando no caiga en vacaciones. Y es que los regidores y el secretario del Ayuntamiento Paul Jorge Ramírez, al parecer no leyeron la ley que los obliga a tener una sesión de Cabildo al menos una vez a la semana. Pero como la Semana Santa es época de recogimiento y oración, pues tener sesión de Cabildo no era apropiado, de modo que al menos nueve regidores se tomaron la vacación desde el sábado pasado, para tomarse también la vacación del lunes, y de una vez el puente de martes y miércoles, y ni modo que el alcalde Ricardo Rebollo se aventara solito la sesión de Cabildo. A los regidores al parecer les gusta la buena vida y se enojan cuando los maltratan, como sucedió en una comida que tuvo don Ricardo con algunos ediles del PRI y del PAN y varios directores de área en una quinta de Lerdo. Nuestros subagentes cuentan que los regidores de repente se levantaron y se fueron del lugar. Don Ricardo pensó que se habían molestado por que no se había sentado con ellos, pero la realidad es que los regidores se enojaron porque el mesero no los atendía y se quedaron sin comer. A ver si cuando vuelvan de vacaciones el alcalde se las repone.
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A otros que les gusta la buena vida son a los de la izquierda del Partido Alternativa Socialdemócrata, que antes también era “y Campesina”. Pero los campesinos no tienen para viajar en primera clase en los aviones, como lo hizo recientemente la diputada Marina Arvizu, cuando se vino pasar la vacación de Semana Santa. Doña Marina, como cualquier otro legislador que se respete, ha sabido sacarle jugo a los programas de viajero-frecuente, sin preocuparse por la imagen que dan. En general, parece que a los diputados les importa poco pues, hace poco se regalaron un aumento en los viáticos del “turismo legislativo”. Por cierto, hablando de Marina Arvizu, su última contribución al cuerpo legislativo del país fue una iniciativa de ley para permitir la construcción en manglares protegidos, siempre y cuando éstos se trasplantaran a otra parte, omitiendo el pequeño detalle de que un manglar crece naturalmente y tarda cientos de años en desarrollarse. Si ésta es la izquierda que dice proteger al medio ambiente, cómo estará la que no.
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Regresando de vacaciones se espera que la Cámara de Diputados empiece la investigación sobre los libros de texto de historia de Coahuila que ensalzan la biografía, obra y milagros del gober Humberto Moreira. Difícilmente el Gober puede pensar que ya superó la polémica desatada por el autohomenaje, pues los curulecos de la Comisión de Educación ya olieron sangre y la oportunidad para anotarse algunos puntos políticos sin tener que trabajar mucho. La revisión también obligará a examinar a los demás gobernadores que se andan promoviendo en libros de texto y aunque la Cámara nomás puede darles un manotazo por semejantes prácticas, lo más probable es que los libros terminen fuera de circulación, pues al parecer la Secretaría de Educación Pública les retirará el aval. Pero como los gobernadores, en especial el de Coahuila, son bastante ingeniosos para sacarle la vuelta a las prohibiciones, seguramente arreglarán las cosas para que los libros de secundaria sigan diciendo que sus gestiones son un regalo de los dioses.
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Las tolvaneras de la semana dejaron una cauda de espectaculares deshechos por la ciudad, sin que a la autoridad le haya preocupado la imagen que presentan, porque como las vacaciones son sagradas, pues todo puede esperar. El director de Protección Civil, Nelson Lozada, salió con la declaración de que mientras no representen un peligro, pues no hay problema si un anuncio hecho garras sigue ensuciando la imagen urbana. Pero cuando se dio cuenta de haber soltado semejante disparate, don Nelson dijo que inmediatamente los iban a quitar. En el Ayuntamiento, al parecer, “inmediatamente” puede tardar varios días, pues hasta ahora los jirones que antes eran anuncios permanecen en varios bulevares y avenidas. Pero que esto no suceda cuando una tolvanera destroce un espectacular del PAN, porque seguramente la autoridad lo arreglará en cuestión de segundos.
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