Inusual afluencia de directores municipales y una variedad de burócratas se registró en el arranque de obras de la Diagonal Las Fuentes el jueves pasado. Nuestros subagentes disfrazados de contratistas reportan que hasta los funcionarios que nada tienen que ver con la obra pública, milagrosamente tuvieron el tiempo libre para presentarse en el banderazo. Y es que a todos les llegó una cartita de parte del alcalde José Ángel Pérez diciéndoles que ahora se tienen que apersonar todos en los eventos de este tipo porque luego éstos no se ven tan bonitos y nutridos, como a él le gustan. Al parecer, don José Ángel quiere meter en cintura a su equipo de trabajo para que todos anden en la misma sintonía, aunque tengan que acarrearlos a los eventos donde no tienen nada que ver. Ahí andaba, por ejemplo, el secretario del Ayuntamiento, Rodolfo Walss, el director de Servicios Generales, Fernando Zertuche, el de Autotransporte, Ernesto Cuéllar, junto al flamante jefazo de Desarrollo Social, Alfonso Tafoya, que anda pegado del Alcalde a donde quiera que va. Pero el motivo de fondo es que ese sector del Sur-oriente de Torreón es parte del Distrito 12, el principal bastión del PRI en los distritos locales, que el PAN quiere pelear duro este año, sobre todo porque el candidato amarrado ahí es el vicegobernador Eduardo Olmos. Eso también explicaría por qué ayer don José Ángel andaba en la colonia Zaragoza Sur con un programa de construcción de techumbres. Es que el distrito hay que trabajarlo, no sea que se le monte don Lalito.
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El PRI coahuilense, con el hermano cómodo Rubén Moreira a la cabeza, andará muy activo este fin de semana en Torreón con el foro estatal para elaborar la plataforma electoral de 2008, rumbo a las elecciones locales de octubre. El evento lo organiza la Fundación Colosio, que aquí comanda el subvicegobernador de Desarrollo Regional, Salvador Hernández Vélez. Lo interesante del asunto, reportan subagentes disfrazados de estrategas tricolores, es que las llamadas de convocatoria a personas interesadas en participar fueron realizadas por funcionarios del “Gobierno de la gente” que dobletean en el PRI y la Fundación, desde las oficinas de Gobierno, en horas de trabajo, lo cual según esto no se puede, pues la Ley prohíbe hacer labor partidista con recursos públicos. Pero como aquí la sinergia entre partidos y Gobierno sale tan natural como en las buenas épocas del partidazo, pues al parecer a nadie le importó. Todo sea por ganar las elecciones.
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El gober de Durango, Ismael Hernández Deras, anduvo de visita esta semana para atestiguar el fin de la añeja huelga en la jabonera La Esperanza, de Gómez Palacio. Cuestionado sobre la Zona Metropolitana, que está tan de moda estos días, don Ismael sólo alcanzó a responder generalidades, como si estuviera hablando de cualquier cosa, lo que confirma que hasta ahora nadie sabe con qué se come eso de la Zona Metro. El alcalde de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo, sigue amarrado a la idea de las vialidades, pues para él y sus colegas de Torreón y Lerdo resulta más cómodo instalarse en el corto plazo. Hasta ahora, alcaldes y gobernadores traen la misma canción de esperar los recursos, como si fueran maná caído del cielo y no dinero que tiene que conseguirse moviéndose.
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Los vicegobernadores de Desarrollo Regional andan muy contentos porque ya tienen oficinas remodeladas en el edificio Coahuila, luego de meses de retraso porque, al parecer, la chequera del secretario de Finanzas, Jorge Torres, se mueve bastante lenta. El detalle que no escapó a los subagentes que merodean por ahí es la galería de más de treinta fotos del gober Humberto Moreira en distintas poses, y que dan la bienvenida al visitante por los largos pasillos de la entrada, que se quedan con la impresión de que cada cosa que sucede en ese lugar se lo tienen que agradecer a don Humberto. Por cierto, la vicegubernatura anunció ya los fallos de las licitaciones para construir los puentes del SVR. Uno de los ganadores de los jugosos contratos es la empresa Rotugra, que se adjudicó el puente Sarabia-Revolución y que es tristemente recordada por ser la ejecutora del par vial Madero-Comonfort, que rompió todos los récords de lentitud de obra en la ciudad. También fue el responsable del puente de la carretera a Saltillo en Matamoros que, como se recordará, empezó a agrietarse a los tres días de haber sido abierto. Con esos antecedentes, quién sabe si sea prudente recordar que el SVR es el sustituto del DVR.
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En los últimos días, el alcalde José Ángel Pérez y el jefazo de la Policía, Alfredo Castellanos, han estado muy eufóricos con los 39 millones de pesillos que van a caer del Gobierno Federal para la seguridad pública. El problema, comentan nuestros subagentes, es que ni don José Ángel ni don Alfredo parecen haber leído el convenio firmado con la Federación, pues han tomado como “optativo” lo que el convenio señala como obligación para el Municipio. Por ejemplo, el Alcalde declaró que la asignación del dinero para diversas áreas (armamento, capacitación, tecnología) eran meras sugerencias, cuando el convenio es claro que el dinero debe ser gastado como dice el documento. Luego don Alfredo salió con que el plan de la Secretaría de Seguridad Pública para cambiar de parejas a tríos la forma de patrullaje en las policías municipales también era optativo, cuando es otro de los requisitos. Nuestros subagentes no saben por qué el alcalde y el jefazo policiaco andan declarando esto cuando ya fueron aleccionados por un subsecretario de Seguridad Pública, por el oficial mayor de la Secretaría y por la directora de la Academia Nacional de Seguridad Pública de que el convenio lo tienen que seguir al pie de la letra o pierden el dinero. No estaría de más que le echaran un ojo y no anden firmando cosas sin leerlas.
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Los subagentes que se fletaron la verbena popular (se les pasó la mano en acarreados a los organizadores) en que se convirtió la presentación de la biografía del empresario Ramón Iriarte, notaron una ausencia curiosa. Estaban todos: el gober Humberto Moreira, don Ramón, el alcalde José Ángel Pérez, sus colegas de Matamoros y Francisco I. Madero, el vicegober Eduardo Olmos, el director del Instituto Coahuilense de Cultura, Armando Guerra y como quinientas gentes, menos el que escribió el libro que se estaba presentando. En efecto, los organizadores del Icocult olvidaron el pequeño detalle de invitar a Julio César Félix, quien es el autor del libro que homenajea la trayectoria de don Ramón. Tuvieron que pasar dos días para que don Julio recibiera la llamada de la directora del Icocult en La Laguna, Laura Eraña. Al parecer, el único que se acordó fue don Ramón, que el día del evento reconoció y agradeció el trabajo de su biógrafo. Lástima que el aludido no estaba ahí.
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