Viene de la uno...
El gober Humberto Moreira le echó la culpa a Vicente Fox, lo cual explica el origen del problema, pero no el crecimiento del crimen organizado en Coahuila. El alcalde José Ángel Pérez aprovechó para meter el comercial de las patrullas que quiere para la Policía municipal, como si eso fuera a resolver el problema. Las patrullas, sin duda, son necesarias para mejorar la seguridad pública, sobre todo ante el aumento en robos que se cometen amparados en la impunidad, pero de ninguna manera representan una solución de fondo para el problema del crimen organizado. Es decir, nadie salió con un argumento novedoso o articulado para explicar y enfrentar el fenómeno de la violencia. Nuestros subagentes comentan que tanto la Procuraduría como la Secretaría de Seguridad Pública cayeron presas de un temor al no poder explicarse qué estaba pasando. Ahora se espera un renovado impulso a la idea de un helicóptero, como si eso también fuera a solucionar las cosas.
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El gober Humberto Moreira de plano no se midió en este Día del Maestro, al traerse para amenizar el festejo con los profes a ese “gran ejemplo” para la juventud mexicana que es Gloria Trevi. Ya rehabilitada, pocos recuerdan que hace menos de una década la Trevi escandalizó al país con una truculenta trama de secuestro y corrupción de menores. Y menores era lo que parecían los maestros alocados con el concierto. Doña Gloria no deja de ser popular, pero traerla a un evento del ámbito educativo como que no checa. Con razón se guardaron el secreto y antes no se trajeron también a Sergio Andrade. Dicen que el gober ni sabía que iba a venir la Trevi, que fue una sorpresa del secretario de Educación, Jaime Castillo, que ha de tener una idea muy peculiar sobre la formación y los modelos para los profesores. Para los jubilados, el “Gobierno de la gente” se vio más ad hoc y se trajo a Lupita D’Alessio, que como la Trevi es cliente frecuente de los tabloides. El festejo del Día del Maestro se adelantó un día en todo el país, pues para el día 15 los gobers debieron acudir al Palacio Nacional a reportarse con la dueña (perdón, dirigente) del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo, que le bajó al Gobierno Federal todas las prebendas en el Nuevo Acuerdo de Modernización Educativa. Total que los maestros se regalaron el jueves, con lo cual elevaron a cuatro los días feriados en la primera quincena de mayo, en la que sólo han trabajado siete días. Ésa es la verdadera reforma educativa.
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Los funcionarios de Coahuila y Durango que manejan el consejo de la Zona Metro siguen haciéndole el feo a los alcaldes de la ídem. José Ángel Pérez, Ricardo Rebollo, Carlos Aguilera y Raúl Onofre que no fueron invitados a la tercera reunión, a pesar de que en las dos veces anteriores que se juntaron, los secretarios de Gobierno y Finanzas de los dos estados decían que para la próxima invitaban a los ediles. Lo volvieron a decir, tras la junta del miércoles, pero a estas alturas ya está difícil creerles. Los que parecen traer un problema de comunicación son los de Durango, pues éstos informaron de la reunión, que había sido en la mañana, hasta entrada la tarde, mientras que los funcionarios de Coahuila ya habían soltado toda la sopa desde antes, con lo que consiguieron controlar el mensaje.
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Mientras tanto, los entretelones del asunto de la Zona Metropolitana siguen un tanto indefinidos. Nuestros subagentes que conviven entre burócratas comentan que los funcionarios estatales que agarraron el balón con el consejo y el fideicomiso pudieron haber omitido un punto clave: la participación de la Secretaría de Desarrollo Social federal en la definición de los proyectos. Se dice que la Sedesol debe estar presente en las deliberaciones (hasta ahora sólo se han incluido a los encargados de desarrollo social de los estados). El problema es que este punto, al menos en Coahuila, trae su jiribilla. El delegado de Sedesol en Coahuila, como se sabe, es el joven Luis Fernando Salazar, que trae pleito casado con el gober Humberto Moreira porque ambos se quieren colgar la medalla del gasto social, y además es fiel escudero del senador y primer compadre Guillermo Anaya. Cualquier participación de Sedesol en el consejo de la Zona Metro tendría que incluir a don Luis quien, por supuesto, tiene su propio molino a donde jalar agua. Así las cosas, si las reglas marcan que Sedesol participe, se va a armar un grillero de aquéllos.
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Interesante reunión tuvieron el jueves el director de Obras Públicas del Municipio, Aniceto Izaguirre, y el jefazo del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Coahuila, Francisco Martínez. El tema fue el rescate de la segunda etapa del Canal de la Perla. Don Francisco se dejó venir a hablar con don Aniceto y representantes de la constructora encargada de la obra, donde se han registrado dos derrumbes en los últimos meses. El temor a estas alturas ya no es nada más la pérdida del patrimonio histórico si hay un colapso, sino el hecho de que esa parte del Canal pasa por debajo de una manzana entera en pleno Centro de Torreón. Nuestros subagentes disfrazados de arqueólogos comentan que don Aniceto resguarda la obra del canal como si ahí almacenaran armas nucleares y no dejan pasar a nadie. Pero hay una contradicción, pues el acceso está restringido “por seguridad”, pero don Aniceto insiste que la obra es segura (¿en qué quedamos, pues?). La verdad parece ser que no quieren que nadie se entere de que la estructura está mal apuntalada. Ya hasta don Francisco se apanicó pues giró instrucciones a los supervisores del INAH que ya no bajaran a la obra hasta que se demuestre que hay seguridad. Mientras tanto, los habitantes de esa manzana andan con el Jesús en la boca.
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En Gómez Palacio, nuestros subagentes disfrazados de macetas en la Presidencia Municipal reportan un intercambio de impresiones entre el alcalde Ricardo Rebollo y el regidor panista Jorge Calero, que se ha convertido en el “coco” del edil. Cuentan que don Ricardo, en plan platicador, quiso recoger entre los regidores impresiones de cómo habían visto el concierto de la Sonora Dinamita que armó para el Día de las Madres. Obviamente los priistas le dijeron que había sido una chulada, pero cuando le tocó el turno a don Jorge, éste le contestó que ni fu ni fa y que a él ni le gustaban esas cosas. “Pues cuando tengas tu Presidencia haz lo que quieras”, dicen que le dijo don Ricardo al regidor. Mientras tanto, el alcalde le da vuelo a la farándula y hasta se organizó el pesaje de la pelea de Cristian Mijares en la explanada de la Presidencia Municipal, para atraer los reflectores del mundo boxístico. Así que cuando el regidor Calero sea alcalde también podrán dejar de organizar pesajes en la Presidencia.
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