Viene de la uno...
No hubo ninguna justificación para oponerse a la cuenta pública, excepto la queja de don Eduardo que dijo que como el alcalde no lo pela, pues se la iba a cobrar. Pensaba que así podía lograr una diputación, aunque eso se puede considerar el peor cálculo político del siglo. De los priistas ya se sabía que se iban a oponer, pero la Navidad fue anticipada cuando resultó que tenían a tres panistas en su bando y lograron dar un golpe mediático. Pero los argumentos del tricolor no se sostienen, pues afirman que el alcalde no ha sido transparente con las finanzas, aún cuando éstas han sido publicadas de manera regular, algo que el gober Humberto Moreira no ha hecho en más de un año con las cuentas estatales (obviamente ahí no dicen nada). Los tricolores se colgaron del mini-escándalo desatado por la compra de 200 boletos para el juego del Santos el domingo pasado y acusaron que eso no venía en el dictamen que se presentó al Cabildo, cuando la cuenta pública correspondía al lapso enero-abril y los boletos se compraron en mayo. El caso es que exhibieron su interés político, aunque lograron dar un buen golpe. Mientras tanto, don Eduardo puede despedirse de su ambición de ser postulado candidato a diputado, pues después de ésta se ve difícil cómo se va a congraciar con un partido dominado por el alcalde, aunque el síndico empieza a acercarse con el senador y primer compadre Guillermo Anaya, quien ha de estar feliz con esto. Pero el argumento de que no lo pelan no checa, pues don Eduardo, junto a las regidoras rebeldes, son los que más han gozado de los viajes a cuenta del erario y se la han pasado de lo lindo con periplos a Miami y Cancún, entre otros destinos. Si eso no es tratarlos bien, ¿quién los entiende?
*****
Pero el problema de don José Ángel con el PAN no se detiene con el trío de ediles que le dan lata, sino también con un grupo de mujeres dentro del comité municipal. La bronca es que la esposa del alcalde, María Luisa Berrueto de Pérez, se agenció la dirección de Promoción Política de la Mujer del blanquiazul, que presidía María de la Luz Gurza. Lo único que tuvo que hacer doña María Luisa fue decirle al presidente del PAN municipal, Manuel Villegas, que la nombrara, y ¡presto! Nomás que al aventarse el tiro, don Manuel se echó encima a un grupo de mujeres panistas de larga trayectoria, de las que desde hace 30 años andaban vigilando casillas y peleando travesuras del PRI y que no vieron con buenos ojos ese agarrón de poder. Pero está claro que doña María Luisa aprendió bien de sus familiares que militaban en el tricolor. El grupo de mujeres inconformes formaban lo que antes se denominaba la “familia feliz” y fueron una contribución muy importante al activismo político del PAN durante años, que fructificó con victorias electorales de, entre otros, José Ángel Pérez. Pero hoy existe otra “familia feliz” en el PAN. En el embrollo quedó trenzado el diputado local y aspirino a la alcaldía, Luis Gurza, hermano de la dirigente femenil destituida. El momento no podría ser peor, pues este conflicto sucede justo cuando el diputado todavía no termina de averiguar si su futuro político es más promisorio jalando del lado de don José Ángel o del lado del grupo rival del compadre Guillermo Anaya. Por lo pronto, el diputado podrá consolarse con el viaje a Madrid que se aventó con otros colegas y que pagó, por supuesto, el erario coahuilense.
*****
En San Pedro, una plaga de ratas (de las de neta, como diría Carlos Aguilera) tiene asolado a un ejido donde la mitad de la población ha huido despavorida de un cerco sanitario. Mil hectáreas de cultivo fueron destrozadas con una reciente granizada, enviando a la zozobra a ejidatarios y productores. Y eso nomás esta semana, sin contar los problemas de crimen organizado, agua y la deuda millonaria del Municipio en cuentas de electricidad. Uno pensaría que el alcalde Arturo Babún está sobre estos problemas, con la mente puesta en gobernar, pero eso es mucho pedir. Don Arturo andaba en la sede del PRD en la peronera capital, impidiendo que tomara posesión el recién electo dirigente estatal, José Santos Navarro. Don Arturo le entró a la guerra de cubetazos de pintura que organizaron los simpatizantes de don José. Ya se sabe que el joven alcalde tiene sus simpatías con la facción del Peje López Obrador y Alejandro Encinas y no puede tolerar que un miembro de los “Chuchos”, la corriente de Jesús Ortega, controle el partido en el Estado. Por lo pronto, ya se aferró al papel de líder, que le interesa más que el papel de gobernante, mientras San Pedro se hunde en el abandono.
*****
Interesante reunión tuvo el gober Humberto Moreira en la capirucha del esmog con el director de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles, pero hasta ahora nadie ha conseguido que don Humberto suelte prenda sobre su postura en torno a la reforma energética. El encuentro con el jefazo de Pemex se limitó a tocar temas propios de Coahuila, como instalaciones de Pemex en zonas urbanas y la explotación del gas grisú en las minas de carbón. Don Jesús le trató de vender la reforma como la manera en que se destrabarían cosas como los riesgos de almacenaje y transporte de combustible o la explotación del gas que amenaza la vida de los mineros en la Carbonífera (y que causó el accidente de Pasta de Conchos). Pero don Humberto mantiene el dedo al aire para ver en qué dirección sopla el viento, pues sobre la reforma energética no ha dicho gran cosa, excepto que los Estados deberían llevarse una tajada, pero eso lo dicen todos. En lo que se decide, en el Gobierno Federal andan desconcertados porque no saben qué tan caro la va a cobrar.
*****
Ahora que el ánimo futbolero trae contagiado a todo mundo, tanto el alcalde José Ángel Pérez como el gober Humberto Moreira se apersonaron en el estadio Azul para el juego de ida de la final. Don Humberto se agenció invitación al palco de los directivos, y se agenció unas tomas de televisión (nuestros subagentes dicen que es parte de un paquete que ofrecen las televisoras para darle la vuelta a las leyes contra la promoción). Don José Ángel, por su parte, prefirió irse a otro palco, aunque no necesariamente con el pueblo. El alcalde ya no hizo apuestas para este juego, quizá porque el jefe de Gobierno del DF es del PRD, pero el gober se aventó un tiro de 200 pesillos con el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, quien de repente salió aficionado al Cruz Azul, que lleva los colores de su partido. El gober se quiso ver generoso regalándole una camisa del Santos al Embajador gabacho, Tony Garza, aunque, don Tony tiene que ser santista a fuerzas, (“pues en ello le va la vida”) ya que está casado con una de las dueñas del equipo. Don José Ángel, por su parte, puede disfrutar la victoria del Santos con la certidumbre de que ahora ni quién se acuerde del trancazo que le pegaron en el Cabildo, aparte de que la Comarca trae una buena vibra que sin duda ayuda a que nadie se fije en las barbaridades que andan haciendo los gobernantes. Pero el alcalde tiene un reto este domingo, y no en el plano futbolero sino en el de seguridad con el operativo para vigilar el festejo por un campeonato que ya se ve inminente. Hasta ahora, lo mejor que se le ha ocurrido a la dirección de Seguridad Pública es confiar en la cultura cívica de la gente, pero por ahí no van a llegar a ningún lado. Un ejemplo lo puso el senador y primer compadre Guillermo Anaya, que a la salida del estadio el domingo pasado tenía su camioneta bloqueando los vehículos de otros aficionados y hasta el camioncito en el que José Ángel traía a sus invitados, que no podían salir. A ver si no se la vuelve a aventar el domingo.
Quejas y comentarios: agente007@elsiglodetorreon.com.mx