Carambola de tres bandas se aventaron las autoridades municipales con el desalojo de ambulantes del Centro Histórico. Por un lado, impidiendo que los vendedores se instalaran, les cerraron las puertas a un amparo. Por el otro, al cerrar las calles Cepeda y Valdés Carrillo, donde se harán las obras de reubicación, dejaron con menos opciones a los comerciantes establecidos de esas calles. Para rematar, un operativo disolvió el bloqueo de protesta de los vendedores, liberando la Hidalgo y forzando a los ambulantes a ponderar si no es mejor apuntarse a la reubicación. Ya era hora que el alcalde José Ángel Pérez tomara medidas más enérgicas contra los ambulantes, luego de meses de haberlos tratado con guante de seda. La estrategia de don José Ángel y el vicealcalde Rodolfo Walss fue adecuada, enviando a la Policía a bloquear los accesos a las bodegas donde los ambulantes guardan fierros y mercancía, en lugar de intentar un desalojo con los puestos ya instalados, lo cual hubiera estado más violento. El problema es que la negociación que el Municipio había sostenido durante meses con ambulantes y comerciantes formales no había llegado a ningún lado y la cosa terminó contaminándose de “grillas”. Nuestros subagentes que vendían discos piratas y ahora están desempleados, comentan una curiosa alianza en la que los comerciantes formales de la Cepeda y Valdés Carrillo apoyaron (y dicen que hasta financiaron) la movilización de los informales, que de ser reubicados se convertirían en competencia. Los ambulantes también tuvieron apoyo del frente tricolor, pues para pronto se apareció el líder priista Samuel González, que ya no haya cómo chantajear la Municipio luego de que le cortaron el “diablito hidráulico” que le han solapado gobiernos priistas y panistas durante 20 años para tener agua gratis en el Mercado Madero. Por ahí se comenta que la semana pasada, don Samuel andaba repartiendo dinero entre los ambulantes para que pudieran poner un amparo, informándoles que el dinero se los enviaban con los atentos saludos del “Gobierno de la Gente”, cosa que por supuesto niega ofendido el citado Gobierno. Es creíble que el gober Humberto Moreira ande alejado de esta bronca, a fin de cuentas el Estado le puso dinero al proyecto, pero eso no significa que su hermano Rubén, jefazo del PRI estatal, también esté lejos del desfile (y con teléfono celular y el número privado del Gober) pues el conflicto con los ambulantes tiene una suculenta raja electoral que no dejarán pasar a menos que fueran muy mensos, que no lo son. Un detalle curioso, pero lógico, es que algunas pancartas que los ambulantes desplegaron para protestar llevaban un ostentoso logotipo del PRI. Como siempre, andan jugando a la “grilla” con una necesidad urgente de la ciudad, pero al cabo no es Saltillo.
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Pero si los bonos del alcalde subieron con este operativo, la victoria será efímera si sus huestes no resuelven el problema de estacionamiento que se va a venir ahora que tienen dos calles clausuradas y se han eliminado decenas de cajones. Nuestros subagentes comentan que el Municipio anda a las prisas armando un plan para reponer espacios de estacionamiento, una demanda clave de los comerciantes establecidos que se oponen al cierre de calles. Pero esto sucede luego de meses en que las autoridades municipales habían ignorado el tema, pues si bien había varios propietarios de predios en el Centro interesados en convertirlos en estacionamiento, ni don José Ángel ni los funcionarios de Desarrollo Urbano los habían pelado. Se sabe de al menos dos proyectos grandes, el subterráneo de la Plaza de Armas y un edificio cerca de la misma plaza, que están durmiendo el sueño de los justos desde la Administración del primer compadre Guillermo Anaya. El subterráneo fue rescatado hace poco, pero fracasó estrepitosamente cuando el Municipio desheredó feamente el proyecto de remodelación del comité del Centenario; el proyecto del edificio no avanza porque nadie le ha querido entrar al tema. Como que ya es hora de que se tomen decisiones al respecto, pues si no le entran, se les puede convertir en un “Frankenstein”.
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Allá en la peronera capital se comenta que el gober Humberto Moreira, anda fraguando una reunión con los 38 alcaldes de Coahuila para definir cómo se van a comportar en las próximas elecciones. Por ahí se dice que el Gober quiere plantear una ausencia de actos públicos para lanzar o inaugurar obras entre agosto y octubre, aunque sin detener las que están programadas o en curso. La idea de cambiar el informe del Gober del 15 de octubre (cuatro días antes de las elecciones) a principios de noviembre sería parte de esta estrategia, aunque también lo es por que don Humberto no se aguanta la tentación de promover la obra del último año antes del informe, cosa que no hubiera podido hacer legalmente si se mantenía la fecha. Se espera que 35 de los 38 alcaldes sigan la línea que les marque el jefe, que es adicional a la prohibición legal de promover obras antes de elecciones, pero estaría por verse el comportamiento de los alcaldes no priistas de San Pedro, Arturo Babún que milita en lo que queda del PRD y los panistas Ricardo Aguirre, de Ramos Arizpe y por supuesto de Torreón, José Ángel Pérez. Como quiera que sea, aún evitando actos públicos, hay muchas maneras de meter las manos creativamente en las elecciones y en ello los priistas son maestros.
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Desde el Reino Unido, subagentes británicos que espiaron el viaje del alcalde de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo, a Londres reportan que don Ricardo cargó con una comitiva de dos regidores y una directora de comunicación social para que fueran todos en bola a representar al gober de Durango, Ismael Hernández Deras ante un selecto grupo de inversionistas internacionales. Cuentan que los citados inversionistas se quedaron con la impresión de que los funcionarios gomezpalatinos eran de origen chino, porque se la pasaron “nomás milando”. Y es que los organizadores del foro no pusieron servicio de traducción, quizá pensando que quien juega en las grandes ligas del comercio internacional debe saber de inglés algo más que “pollito, chicken y gallina, hen”. El caso es que los regidores Jorge Calero y Sergio Uribe se quedaron como espectadores sin quién les tradujera, pues la directora de comunicación de don Ricardo, Xóchitl Maldonado, tampoco pudo traducirles porque se la pasó tomándole fotos a su jefe. Es posible que don Jorge, que es panista, y don Sergio, que es priista, aprovecharan mejor para hablar entre ellos y en los pasillos de la Presidencia municipal se comenta que ya se entienden de maravilla, tras meses de broncas partidistas.
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Los “ipecos” afiliados a la Coparmex padecen un peligroso síndrome de “bronquitis perredista”, pues llevan más de un mes sin decidirse a renovar la presidencia del organismo en Torreón, estirando al máximo el periodo de Fernando Royo, que no se puede ir a su casa a descansar a causa de los conflictos internos. El vicepresidente del organismo, Federico Ramos, lanzó su candidatura y entró en colisión con una fracción del consejo de la Coparmex, que buscaban lanzar de “candidato de unidad” al ex jefazo del CLIP, Víctor Alducin, pero no cumplía los requisitos. Al relevo entró el ex dirigente Roberto Rodríguez, que busca repetir en la dirigencia, también como candidato de unidad. Esto sería una grilla empresarial más si no fuera porque el caso llegó hasta la capirucha del esmog y el dirigente nacional de la Coparmex, Ricardo González Sada, tuvo que meter las manos porque el organismo se andaba viendo antidemocrático. La elección estaba programada para ayer, pero hasta ahora siguen dándose de cocolazos, lo cual comprueba que cuando se trata de “agandallar” poder, las grillas se dan hasta en las familias más decentes.
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