Si alguien tiene oportunidad, se le pide encarecidamente comprar un mapa de México y regalarlo a los altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública Federal. Nuestros subagentes infiltrados en la Policía Federal, cuentan que los comandantes en la capirucha del esmog no tienen identificado a Coahuila como foco rojo en la lucha contra el crimen organizado, aún cuando al mismo tiempo dicen que Durango, Sinaloa, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas sí son puntos de preocupación. Es decir, se les escapa el hecho de que Coahuila está mero en medio de todos esos estados, lo que para ellos no parece ser importante. A lo mejor un mapa les vendría bien, sobre todo ahora que se ha notado una baja sensible en los operativos federales porque los mandos militares dicen que han tenido que mandar elementos a otros lugares. Esto ocurre mientras el nuevo jefazo de la Región Militar, el General Marco Antonio González Barreda, apenas anda acomodando los lápices en su nueva oficina del campo militar. Por ahí se comenta que don Marco ha tenido reuniones con funcionarios de todos los niveles de Gobierno para conocer cómo anda la plaza. El anterior comandante, Jorge Juárez Loera, ya está despachando como Inspector General del Ejército, uno de los más altos cargos en las Fuerzas Armadas, o sea que alguien ha de pensar que se merecía un premio. Hasta ahora es una incógnita cuál es el plan de trabajo que trae el nuevo jefe militar, sobre todo en cuanto a reforzar los operativos, aunque tampoco hay muchas esperanzas de que el General los vaya a andar publicitando, pero lo importante es que se haga.
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Las explosiones y golpeteos que terminaron de tumbar al Distribuidor Vial Revolución siguieron durante la semana con explosivos comentarios sobre la participación del ex alcalde, senador y primer compadre, Guillermo Anaya, en la construcción de la malograda obra. El gober Humberto Moreira soltó las primeras detonaciones al sugerir que don Memo también tendría responsabilidad en el escándalo, pero lo que pareció ser un comentario al aire, dio pie para que el secretario de la Función Pública, Ismael “Lito” Ramos, revelara que ya le andan buscando al ex alcalde. Don Memo reviró enojado y metió en el ajo a su ex director de Obras Públicas, Gerardo Berlanga, que ahora es el subvicegobernador de lo mismo en el “Gobierno de la Gente”. Total que todos terminaron enfrascados en una discusión sobre qué supo don Memo del DVR y cuándo lo supo y si don Gerardo realmente fue corrido del Municipio porque andaba muy latoso diciendo que la obra estaba mal. El problema es que el borlote se da a tres meses de las elecciones y luego de que el mismo Lito Ramos exoneró al ex secretario de Obras Públicas, Jorge Viesca, promotor principal del DVR. La cosa resulta más sospechosa cuando la Procu estatal no reporta ningún avance sobre la demanda contra las empresas que construyeron y supervisaron la obra, de modo que la andanada contra la Administración anayista parece más bien un asunto político que corre el riesgo de pasar como una más de las broncas entre el PAN y el gober Moreira. El alcalde José Ángel Pérez no se aguantó la tentación de subirse al ring y defendió (sin querer queriendo) a su compañero Anaya al pedir que “no le avienten la piedra a Torreón” en este caso. Algunas malas lenguas ven las acusaciones como un truco para distraer porque la demolición no les salió como esperaban, cuando al disiparse el humo de la explosión el domingo el DVR todavía estaba ahí. Sin embargo, nuestros subagentes comentan que las huestes del Gober quieren aprovechar la ola informativa desatada por la demolición para dar a conocer avances en la demanda contra las empresas. Pero como van las cosas, parece que el escándalo podría terminar en una cortina de humo política sin que nadie pague los 140 millones de pesillos que costó el chistecito de hacer y tumbar la obra.
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Con el inicio de las obras del Centro Histórico, se cierra rápidamente la ventana para que el alcalde José Ángel Pérez anuncie un proyecto de estacionamiento que es urgente para la remodelación del sector. Como se sabe, la construcción de las calles peatonales va a eliminar unos doscientos espacios que no tendrán una reubicación inmediata. De esta forma, el capital político ganado por don José Ángel y el vice alcalde Rodolfo Walss puede dilapidarse si las obras terminan provocando un caos vial. Desde hace meses se había advertido que era urgente sacar un proyecto de estacionamiento, pero el asunto se dejó pasar y hasta ahora el Municipio está viendo opciones, como incentivos fiscales, para los que quieran entrarle. A la bronca hay que agregarle los comentarios que circulan por ahí en el sentido de que el plan de reubicación puede hacer agua luego de que un buen número de ambulantes le hicieron el feo a un desayuno que les organizó el alcalde para explicarles cómo estaba el plan. Sin embargo, nuestros subagentes en la Presidencia Municipal comentan que lo que cuenta es que estuvieron los líderes y que lo demás es obra de las malas lenguas que no dejarán el tema en paz al menos durante las elecciones.
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Se suponía que el ex delegado de la Procuraduría de Coahuila en La Laguna, Carlos Centeno, había sido enviado a la peronera capital a una chamba en el área antisecuestros, pero nuestros subagentes reportan frecuentes apariciones de don Carlos en la Comarca, ostentándose como “supervisor” de los nuevos mandos de la delegación y hasta como director general de antisecuestros en el Estado, cuando no tiene ninguno de esos cargos. Al parecer, a don Carlos no le vino bien haber dejado la delegación de la Procu y todavía se aferra a la posición, aunque parece ser que cayó de la gracia del alto mando. Por ahí se comenta que el nuevo delegado, Fernando Olivas, llegó con el hacha cortando cabezas a una bola de “aviadores” que había heredado. En Saltillo no parecen estar muy contentos con el proceder del ex delegado, a quien le auguran horas contadas, aunque hasta el momento sigue gozando las mieles de la nómina.
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Justo cuando algunos medios andaban revelando que varios curulecos federales encabezados por la perredista Ruth Zavaleta, se fueron de turismo parlamentario y en “Business Class”, a Moscú, el diputado local panista José Antonio Jacinto Pacheco quiso curarse en salud, pero cayó en la trampa del refrán que dice que explicación no pedida es acusación manifiesta. El pastor del rebaño blanquiazul reveló que tenía en puerta un viaje a España y Alemania, pero que todavía no era seguro, que no sabía, que quién sabe, pero que en todo caso si iba era para provecho del pueblo coahuilense, pues iba a aprender modelos judiciales o algo por el estilo. Como ya se sabe que cuando un político dice que no es que quién sabe, y cuando dice quién sabe es que sí, por lo que, por más negativas que le haya echado al asunto, seguramente el diputado ya anda haciendo maletas para lanzarse a Europa por cuenta del sufrido pueblo.
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Hoy se reúne la cúpula del PRI coahuilense para sacar la convocatoria a las candidaturas para diputados locales. Nuestros subagentes comentan que los amarrados en La Laguna son: el vicegobernador, Eduardo Olmos para el distrito 12 (oriente de Torreón) y el alcalde de Matamoros, Raúl Onofre. Los demás todavía están en veremos, hasta que el hermano cómodo y jefazo del tricolor, Rubén Moreira, apunte su dedo a otros que podrían incluir el subvicegobernador de Turismo, Jaime Russek y la delegada del Instituto Coahuilense de la Juventud, Verónica Martínez. La reunión del Consejo Político Estatal también analizará el tema de las coaliciones. Se espera que en esta elección, por estar ya en proceso, no aplique el reciente fallo de la Suprema Corte que impide a los partidos “bonsái” tomar votos de los partidos grandes con los que van en alianza para mantener el registro hará menos apetitosa una coalición, Nuestros subagentes comentaban que el Partido Verde, que estuvo a punto de quedar fuera de la elección, podría ir en alianza con el PRI y sacarle algo de jugo para mantener el registro y, lo más importante, el presupuesto.
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