Cuando toda la clase política, de todos los partidos, exige no politizar el tema de la seguridad, significa que lo primero que harán después es politizar el tema de la seguridad. Algunos lo hacen de manera muy hábil, pero otros, como el PAN de Lerdo, de la manera más burda, por no decir otra cosa. Resulta que un grupo de blanquiazules lerdenses se soltó poniendo cruces por la ciudad el sábado pasado, según esto para unirse al reclamo social contra la inseguridad, sin reparar en que ésos son símbolos socorridos por grupos de malandros que quieren mandar algún mensaje. Los panistas en cuestión fueron detenidos y llevados al “bote”, en donde tuvieron tiempo para reflexionar la monumental tontería que acababan de hacer y la hipocresía que significa que el partido que tiene el Gobierno Federal ande reclamando por la inseguridad. Lo interesante es que cuando estaban en esas cavilaciones, llegó Juan de Dios Castro Muñoz, hijo del subprocurador de la PGR, Juan de Dios Castro Lozano, y se identificó como funcionario de la misma PGR para sacar a sus correligionarios de la cárcel, lo cual vuelve el asunto todavía más absurdo, cuando el Gobierno Federal resulta asociado con estas cosas. Para meterle más politización al caldo, el PRI llamó a una conferencia y emitió un comunicado condenando tales actos, pero tanto la conferencia como el boletín fueron manejados por la oficina de prensa del Gobierno de Durango en La Laguna. Nuestros subagentes reportan que en el PRI ya andan diciendo que el PAN quiere crear psicosis en Lerdo para asustar a la población y cobrarse la ofensa de haberles quitado la alcaldía. Todo esto mientras los partidos se rasgan las vestiduras por la politización del tema de la seguridad, lo cual lleva a concluir que si el crimen se combatiera con hipocresía, México sería el país más seguro del mundo.
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Después de firmar el Acuerdo por la Seguridad en la capirucha del esmog, los gobernadores de Coahuila, Humberto Moreira, y de Durango, Ismael Hernández Deras, viajaron a Aguascalientes para la Asamblea del PRI en donde el tema de seguridad tuvo papel relevante. Parece que a los gobernadores les entró por un oído y les salió la exigencia de que si no pueden con la chamba, que renuncien, porque ya en la asamblea se dieron vuelo zafándose de toda responsabilidad en la lucha contra el crimen, culpando al Gobierno Federal, sin darse cuenta que el PRI gobierna a casi la mitad de la población del país y estados como Coahuila, Durango, Chihuahua o Sinaloa, donde el crimen ha sentado sus reales en los últimos años. Según los tricolores, ellos sí pueden, aunque a estas alturas decirlo no sirve de nada si no lo comprueban.
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Mientras todo esto sucedía, don Ismael andaba sacado de onda porque el Ejército llegó a tomar el aeropuerto de Lerdo, que el gober de Durango usa cuando visita La Laguna. Sus declaraciones al respecto resultaron un poco extrañas pues el Gober señaló que cualquier acción militar contra el crimen organizado es bienvenida, aunque al parecer no reparó en que el aeropuerto en cuestión es propiedad del Gobierno de Durango y por lo tanto es responsabilidad suya si hay algo sospechoso en su uso. A final de cuentas se supo que el Gobierno Estatal no había renovado el permiso de la pista, lo cual puso en alerta al Ejército y a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que armaron el operativo que todavía mantiene asegurado el aeródromo. Todo por un trámite burocrático.
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Finalmente el PAN eligió a sus “gallos” para buscar diputaciones locales el 11 de octubre, aunque, para no faltar a la costumbre, las cosas quedaron raspadas entre los diversos grupos y ya hay quienes quieren seguir peleando a punta de impugnaciones. Se espera que los líderes tribales del blanquiazul, en especial el senador y primer compadre, Guillermo Anaya, y el alcalde José Ángel Pérez, se reúnan para una “operación cicatriz” y ver si pueden llevar la fiesta en paz, De otra forma, empezarían a volar impugnaciones al proceso interno en algunos distritos en el Centro del Estado y en La Laguna. Nuestros subagentes calculan que don Memo salió ganón logrando poner a sus “gallos” en la mitad de los 20 distritos, mientras que el resto lo repartieron don José Ángel y los grupos del senador Ernesto Saro y el gurú Juan Antonio García Villa. En todo caso, a cada grupo debe quedarles claro que si pelean un distrito donde perdieron, alguien más puede impugnarse uno donde ganaron y terminarán revolviendo más la cosa. El golpe más feo para el alcalde fue en su ciudad, donde él mismo lamentó no haber metido “goliza” y dejar el marcador 3-2 a su favor, pero con los distritos más fáciles (9 y 10) en manos de candidatos de don Memo, a quien muchos daban por muerto en Torreón.
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Ya con los nombres puestos en los distritos, nuestros subagentes anticipan que algunas contiendas podrían ponerse sabrosas. Apuntan a los distritos 9, 10 y 11. El priista Jaime Russek enfrentará al panista Miguel Batarse en el distrito 9, donde las colonias residenciales han inclinado la balanza a favor del PAN desde hace más de 10 años. Ambos candidatos son jóvenes, aunque don Miguel arrastra el “handicap” de ser neopanista, algo que a veces no gusta a los votantes que huelen oportunismo. En el 10 el PRI llevará a Verónica Martínez, uno de los nuevos cuadros que buscan impulsar para recuperar Torreón, contra el panista Jorge Handam, ex tesorero municipal que hace unos meses operó con éxito la elección de Reyes Flores en la dirigencia estatal del PAN, y quien ha mantenido un perfil discreto y alejado de reflectores. Pero la batalla interesante será en el distrito 11, donde compiten el panista Manuel Villegas y el priista Salvador Hernández Vélez. Don Manuel es el operador político del alcalde José Ángel Pérez y se ha pasado el último año poblando la nómina municipal con incondicionales que puedan operar en su favor. Don Salvador es el operador del jefazo del PRI y hermano cómodo, Rubén Moreira, y se ha pasado el último año manejando recursos y operadores políticos del Estado para moverlos a favor del tricolor. El resultado en estos tres distritos es de pronóstico reservado, así que estaremos pendientes.
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El martes pasado tuvieron un encuentro interesante los gobernadores Humberto Moreira e Ismael Hernández Deras para tratar el asunto de la Zona Metropolitana, luego de semanas en que parecía que se habían olvidado del tema. El problema fue que los cambios en el “Gobierno de la Gente” tocaron tres áreas clave en el comité que manejará los recursos federales: las secretarías de Gobierno y Finanzas y la vicegubernatura de Desarrollo Regional. Nuestros subagentes infiltrados en la reunión de los gobers, comentan que don Humberto y don Ismael ya se dieron cuenta que el tiempo se vino encima y deben asignar los recursos cuanto antes, a riesgo de que se pierdan. De modo que mañana se reunirán el nuevo secretario de Finanzas de Coahuila, Javier Villarreal, y su par de Durango, Carlos Emilio Contreras. A ver si por fin se da el parto de los montes.
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