La propuesta del gober Humberto Moreira para aplicar la pena de muerte a secuestradores le ganó algunas primeras planas en la prensa nacional, porque es el primer gobernador que sale con semejante idea. El Gober sacó la propuesta en un discurso el miércoles pasado, con todo y citas bíblicas donde se justifica el “ojo por ojo”. El problema es que, aún cuando gana impacto mediático, soltar la idea así nomás ignora toda la complejidad detrás del asunto. Don Humberto envolvió la propuesta en un plebiscito para reformar la ley estatal, aunque al mismo tiempo, en la capirucha del esmog, se debate convertir el secuestro en un delito federal, lo que quitaría a los estados la responsabilidad de perseguirlo y castigarlo. Al menos para el Procu Jesús Torres Charles ya es asunto federal, pues así se deshace de cualquier cuestionamiento por el aumento en los plagios. El Gober no mencionó cómo le va a dar la vuelta a la Constitución y escudó el argumento en la validación del aborto que acaba de hacer la Suprema Corte. También aludió a Estados Unidos y dijo que en “ciudades como Kentucky” se llevan a cabo fusilamientos, cuando Kentucky es un estado y aplica la pena de muerte por otros métodos. Si don Humberto buscaba el golpe mediático, lo logró, pero eso no empieza ni siquiera por atacar el problema. Mejor sería que se emprendiera en serio una reforma del sistema judicial que aumentara la eficiencia de las Policías y los Ministerios Públicos para detener a los delincuentes y que inocentes no vayan a dar al matadero. Porque, como se dice con respecto a la cadena perpetua, el asunto no es qué hacer con los secuestradores detenidos, sino cómo detenerlos y aquí es donde los niveles de Gobierno han fracasado estrepitosamente. Tan sólo en La Laguna, los dos comandantes del grupo antisecuestros fueron “levantados” y desaparecidos, con lo que ahora nadie quiere entrarle a combatir ese delito. O sea que el problema no está en el castigo, sino en la prevención, pues ningún secuestrador le va a temer a la silla eléctrica si sabe que nunca lo van a agarrar y a lo mejor hasta lo van a ayudar.
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Nuestros subagentes en la peronera capital comentan que la aparición de una “narcomanta” en una de las avenidas más transitadas de la ciudad es vista como el anticipo de una ola de violencia, de la cual Saltillo ha quedado exenta en buena medida, hasta ahora. Lo mismo podría decirse de la zona fronteriza, pues en Acuña y Piedras Negras también aparecieron las famosas mantas. Como es su costumbre, el secretario de Seguridad Pública del Estado, Fausto Destenave, escurrió el bulto y salió con el lugar común de que es un asunto federal, aunque no se requiere de mucho seso para llegar a tal conclusión cuando las mismas mantas acusan a instancias del Gobierno Federal, como el Ejército y la Policía ídem, de modo que se agradecería si las autoridades dijeran algo que no sepamos ya, pues a estas alturas las declaraciones no explican nada ni tranquilizan a nadie y sólo comprueban que las autoridades están rebasadas.
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La costumbre del senador y primer compadre, Guillermo Anaya, de recomendar a sus huestes para entrar a la nómina controlada por el PAN ya está empezando a dar problemas. Resulta que Luis Vallejo, quien fuera director de Planeación en la Administración municipal que comandaba don Memo, está bajo fuego por una acusación en su contra por fraude. Don Luis acababa de agarrar en junio una chamba de director de Obras en la delegación Miguel Hidalgo de la capirucha del esmog y estaba muy a gusto planeando puentes y túneles, hasta que hace unos días salió a la luz que trae un proceso judicial abierto desde hace tres años en Durango. Comentan nuestros subagentes que don Luis consiguió la chamba gracias a que la jefa delegacional en Miguel Hidalgo, Gabriela Cuevas, es cuatacha de don Memo. El funcionario sigue en su puesto a pesar de que crece el coro de empresarios que le exigen a doña Gaby que lo corra. Al parecer, uno de los damnificados en este caso será el diputado local y aspirino a la alcaldía de Torreón, Luis Gurza, quien fue director de Planeación en la gestión anayista y le heredó el cargo a Luis Vallejo, que era su segundo de abordo, y quien un mes antes de terminar la Administración fue detenido y liberado en relación con el supuesto fraude. Se comenta que Vallejo sigue asesorando de manera informal al diputado. Es cuestión de tiempo antes de que se empiece a ventilar la relación que tiene el primer compadre con el funcionario cuestionado, lo cual le podría traer malas noticias al interior del PAN.
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Cuando parecía que ya se les había olvidado el asunto de la Zona Metropolitana, finalmente las autoridades de Coahuila y Durango se reunieron para aprobar los estudios de agua y vialidad que se realizarán con la primera partida de dinero que, según esto, llegará en los próximos días (a ver si no rebota el cheque). El flamante secretario de Finanzas de Coahuila, Javier Villarreal, se tardó más de un mes en echarle el ojo a este tema, pues estaba muy ocupado acomodando los lápices en su escritorio. Pero al menos don Javier traía idea y disposición para dar a conocer cuáles eran las nuevas acciones del comité que manejará los recursos, pues su colega de Durango, Carlos Emilio Contreras, prefirió salir de la reunión por la puerta de atrás sin decir esta boca es mía, a pesar de que estaba acordado que iba a dar información. En la reunión estuvieron los alcaldes de la Zona Metropolitana que aprovecharon para festejar al presidente municipal de Gómez Palacio, Ricardo Rebollo, por su cumpleaños. Don Ricardo andaba feliz porque Tláloc le perdonó el día de su informe, que se realizó al aire libre y traía a los encargados de imagen del alcalde poniéndole veladoras al dios de la lluvia. Por cierto, después del informe una comitiva de “alto nivel”, encabezada por el gober Ismael Hernández Deras, se trasladó a un convivio en la colonia Las Rosas para los festejos por la “gran obra realizada” en la vecina ciudad.
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Ahora que el director de Servicios Públicos Municipales, Heriberto Martínez, dobletea como jefazo del PAN municipal en Torreón, nada más hay que ver el estado del alumbrado en la ciudad para saber qué chamba ocupa la mayoría de su tiempo. Con buenas partes de la ciudad a oscuras, don Heriberto no ha podido solucionar el problema heredado del ex director, Carlos Gregorio Ramírez, quien parecía que no salía de noche. El deterioro del alumbrado se ha vuelto más relevante ahora con el problema de la inseguridad, pues más miedo da salir de noche cuando las lámparas en tramos de las principales vialidades están apagadas. Pero como es época electoral y don Heriberto tiene la responsabilidad del partido, pues no está difícil saber dónde tiene que concentrar su energías. En el partido, por supuesto.
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El diputado panista Juan de Dios Castro Muñoz envió una amable cartita a su 007 en la que rechaza que se identificó como funcionario de la PGR en la liberación de varios panistas de Lerdo que, echándole mucha iniciativa y poca cabeza al asunto, se soltaron poniendo cruces por la ciudad la semana pasada. “Es totalmente falso”, dice don Juan de Dios, pero limita la negativa a la identificación como funcionario y no a la liberación misma, por lo que es de suponer que de cualquier forma tuvo mano en el asunto. Otros que enviaron aclaración fueron los de la oficina de prensa del Gobierno de Durango y negaron que ellos habían organizado la conferencia que dio el PRI para criticar a los panistas “crucificados”. Todo lo cual significa que los partidizadores ahora quieren despartidizar.
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