El alcalde José Ángel Pérez rinde hoy su tercer informe de gobierno, para el cual lanzó una campaña propagandística en la que busca rescatar la credibilidad y la confianza. Don José Ángel cierra su tercer año con una ciudad vapuleada en asuntos como seguridad, infraestructura urbana y servicios públicos, deficiencias que opacan lo que ha hecho la Administración en el último año. Una tormenta que se empieza a formar es en el frente de las relaciones del alcalde con la iniciativa privada, por acciones u omisiones de la Administración que don José Ángel ha tenido que defender, como las obras en el Centro Histórico, la reubicación de los ambulantes, el lamentable estado del alumbrado y el pavimento y el deterioro de la seguridad pública. Don José Ángel entra al cuarto año con poco que presumir y por cada punto a favor se anota otro en contra. Por ejemplo, el alcalde afirma que se ha hecho obra pública como nunca, pero el pavimento y la vialidad urbana es un desastre, y en todo caso eso sólo se puede comprobar de día, porque de noche el alumbrado es un desastre y no se ve nada. El problema para el Alcalde es que en su último año poco va a poder hacer con la grilla desatada, primero por las elecciones federales y luego por las municipales. El golpeteo al interior del PAN se ha recrudecido y nuestros subagentes apuntan a un correo electrónico que circula en el ciberespacio vinculando a personajes en los círculos familiar y político del alcalde con las Administraciones priistas de Mariano López Mercado y Salomón Juan Marcos. Los subagentes comentan que el correo es “fuego amigo” que viene de las huestes del senador y primer compadre Guillermo Anaya, donde algunos han manejado el discurso de que don José Ángel es en realidad un priista disfrazado que llegó a destruir al PAN en Torreón. El golpeteo subirá de tono, pues los tricolores se están frotando las manos para entrarle a las elecciones para recuperar Torreón.
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El tema de la sucesión municipal ya se calienta dentro del PAN, con rumores insistentes sobre una eventual candidatura del compadre Guillermo Anaya. Unos subagentes blanquiazules ubican la fuente del rumor en el equipo del alcalde, aunque no está claro con qué propósito. Otros ubican la fuente en el círculo de don Memo como una forma de acalambrar a don José Ángel haciéndole ver que ha dejado a la ciudad en un estado tal que sólo lanzando a un peso pesado el PAN tendría posibilidades de mantener la alcaldía. Éste sería el mismo grupo que primero empezó a mencionar la idea de que el embajador en España, Jorge Zermeño, regresara de la Madre Patria para aventarse de nuevo la alcaldía. Don Jorge arriba a Torreón este fin de semana para pasar las fiestas navideñas y seguramente lo recibirá un coro de panistas pidiéndole un sacrificio por el pueblo, a lo que se espera que don Jorge decline amablemente.
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Santa Clós llegó temprano para el gober Humberto Moreira con un regalote de exposición nacional en medios que le trajo su propuesta para aplicar la pena de muerte a secuestradores. Justo cuando en el Congreso federal ya le habían dado el avión a la iniciativa, rechazando armar foros para debatirla, y el tema parecía disiparse, don Humberto mandó a varios curulecos locales a la capirucha del esmog a presentar la iniciativa antes de que la Cámara de Diputados cerrara el changarro y se fueran a sus dos meses de vacaciones. El pastor del rebaño tricolor, Horacio del Bosque, encabezó la delegación que presentó la iniciativa. Don Lacho y otros dos curulecos del PRI fueron acompañados por dos colegas del Partido Verde, entre ellos el lagunero José Refugio Sandoval, que también apoyó la iniciativa, probablemente para no poner el riesgo la chamba que le espera en el “Gobierno de la Gente” cuando tenga que abandonar la nómina legislativa. Pero hasta ahora no se ha visto por ningún lado el acompañante esencial de la propuesta, que debería ser una reforma profunda del sistema de procuración e impartición de justicia que evite, en primer lugar, que haya más secuestros. En esto, la Administración del gober Moreira se ha visto más lenta, porque evidentemente esto cuesta más trabajo y no luce tanto. Al fin y al cabo, el tema regresó a la palestra pues algunos panistas ya empezaron a decir que a lo mejor sí vale la pena debatir la pena de muerte, a lo mejor porque ya vieron que la propuesta da buenos dividendos políticos.
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A lo largo de la semana el gober Humberto Moreira ha tenido interesantes reuniones en la peronera capital. Nuestros subagentes reportan que don Humberto ha recibido a cada uno de los próximos ex diputados locales del PRI para discutir el futuro, pues ya están próximos a dejar el hueso. Algunos agarrarán chamba en las altas esferas del “Gobierno de la Gente”, como el pastor Horacio del Bosque a quien, se comenta, le preparan una nueva Secretaría del Trabajo. Hasta ahora se ve difícil que algún curuleco vaya a quedar desprotegido, pues a fin de cuentas el año que viene habrá algunas candidaturas disponibles. El único requisito es apegarse fielmente a la línea trazada por el clan Moreira y si esto se cumple, ya se sabe que el Gober es amigo de los amigos. Además, la crisis está dura, como ya lo comprobarán en la peronera capital con el anuncio del paro en la planta de General Motors.
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Nuestros subagentes disfrazados de camión-cisterna traen noticias del H. Cuerpo de Bomberos al reportar que el jefazo de Protección Civil de Torreón, Nelson Lozada, giró órdenes estrictas que los apagafuegos ya no pueden informar a los medios de comunicación sobre ningún incendio que ocurra en la ciudad. Los subagentes todavía se rascan la cabeza ante una instrucción tan carente de sentido (por no decir otra cosa) y no logran descifrar la intención de don Nelson y por qué quisiera evitar dar información sobre este asunto, sobre todo porque un incendio es bastante evidente. Ocultar la información sobre los siniestros no beneficia a nadie y, por el contrario, perjudica la seguridad al evitar la ventilación en público de los motivos que pueden haber causado un incendio. Es uno más de los casos en que la actual Administración municipal busca manipular y controlar la información, algo que se ve en otros departamentos, como Seguridad Pública, donde subagentes reportan el maquillaje de algunas cifras de delitos y detenciones. Por cierto, don Nelson tiene una apuesta pendiente con su par de Gómez Palacio, Alonso Gómez Vizcarra, pues recientemente tuvieron un desacuerdo sobre la intensidad del terrenal que sopló en la Comarca el martes pasado. Al parecer ninguno de los dos sabe con exactitud a qué velocidad sopló el viento y apostaron una comida para cuando alguna autoridad, ésta sí competente y que sí sepa, les diga cómo estuvo. No vaya a ser que don Nelson también quiera manipular las cifras de la naturaleza.
